Una estrella en el armario
Rock Hudson: sólo el cielo lo supo | Estreno en Movistar+
La ficha
*** 'Rock Hudson: sólo el cielo lo supo'. Documental, Reino Unido, 2023, 104 min. Dirección y guion: Stephen Kijak. Fotografía: Brian Rigney Hubbard, Derek Wiesehahn. Música: Laura Karpman.
Le cuesta a este nuevo documental de HBO sobre Rock Hudson (Roy Harold Scherer Jr., 1925-1985) huir del morbo y el sensacionalismo en su acercamiento a quien fuera el actor más popular del Hollywood de los cincuenta, aquel joven americano perfecto, hermoso rostro de galán y cuerpo atlético diseñado por los estudios (Universal) protagonista de los filmes y las portadas de la revistas que moldearon los sueños femeninos y heterosexuales de una nación en una larga serie de títulos y personajes que ocultaron siempre su verdadera identidad y condición sexual.
O no tanto, porque precisamente lo más interesante de este retrato de Stephen Kijak (Scott Walker: 30 Century Man, Jaco, Sid & Judy) reside en el diálogo que a veces establece con su montaje entre sus papeles, de Horizontes lejanos a Pijama para dos, de los melodramas (Obsesión, Sólo el cielo lo sabe) de Douglas Sirk a su reinvención dramática en Plan diabólico, de Gigante a series como McMillan, y ese relato polifónico de una vida privada de piscinas, viajes furtivos y compañía masculina llevada con discreción en el armario más grande (y transparente) del mundo. Es ahí donde tal vez debiera haberse quedado siempre, jugando a las ambigüedades, conexiones, guiños y contradicciones entre el personaje y la persona, un juego que, en ocasiones, fue consciente y calculado, entre unos roles que encarnaron un ideal de la masculinidad heterosexual y una vida íntima libre y promiscua.
Hay que ver por tanto este documental, generoso en material de archivo inédito y testimonios sonoros, como muestra de aquella gran construcción imaginaria que fue el Hollywood clásico, sus perversos mecanismos de suplantación y engaño para las masas, y cómo Hudson, un hombre amable, elocuente y elegante, se adaptó y plegó a sus dinámicas publicitarias aunque a la postre tuviera que sacrificarse por ello. Ya lo saben, él sería la primera gran víctima popular delSIDA que hizo estragos en los ochenta, también el primer gran referente en una batalla sanitaria a la que le dieron la espalda sus amigos conservadores Ronald y Nancy Reagan desde la Casa Blanca. Hacia ese destino trágico y redentor se dirige siempre un documental al que le sobran testimonios marginales y cotilleos de alcobay tabloide de quienes tuvieron a Hudson como trofeo o pieza mayor de caza sexual.
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