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Retorno a las raíces

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Un notable álbum a la cabeza de un especial trío prolonga el rescate de registros inéditos liderados por el pianista Keith Jarrett.

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Keith Jarrett. / Henry Leutwyler / ECM Records
Salvador Catalán

15 de diciembre 2024 - 06:29

La ficha

The Old Country. More from the Deer Head Inn. ECM, 2024. Keith Jarrett: piano / Gary Peacock: contrabajo / Paul Motian: batería.

Consciente del impacto comercial y mediático que genera su nombre, el sello ECM prosigue sin prisas ni pausas su política de lanzamientos de grabaciones inéditas del pianista y compositor Keith Jarrett (1945). Retirado desde 2018 a causa de sendos ictus de los que no ha podido recuperarse, su catálogo discográfico ha seguido creciendo, no obstante, alimentado por una certera secuencia de directos, destinada a reforzar la leyenda de, en palabras de su biógrafo Wolfgang Sanders, “una figura singular en los escenarios de la geografía concertista del planeta. Un músico que rebasa los límites de su oficio. Y rebasa, por supuesto, el ámbito del jazz”.

Hace treinta años, Jarrett publicó At the Deer Head Inn (ECM, 1994), un álbum registrado en un club homónimo de Pensilvania, donde el pianista debutó como miembro de un trío de piano cuando tenía 16 años y en cuyo local descubrió a una de sus más ocultas influencias, el pianista John Coates. El 16 de septiembre de 1992, Jarrett volvió a pisar su escenario junto a otros dos grandes: el contrabajista Gary Peacock –quien luego continuaría formando parte de su celebrado Standards Trio, junto a Jack DeJohnette– y el también batería Paul Motian, con quien no había tocado desde hacía 16 años. Aquel brillante trabajo, cimentado en una selección de estándares, encuentra ahora continuación en un The Old Country. More from the Deer Head Inn (ECM, 2024) que ofrece inéditas tomas surgidas de aquella especial suma de talentos, quienes jamás volverían a grabar juntos en este formato.

No es este un disco de descartes. Antes al contrario, sus ocho adaptaciones suponen un reforzamiento de las cualidades de un trío que, pese a su puntual alianza, se entiende a las mil maravillas, utilizando el repertorio de estándares –con citas a Thelonious Monk, a Nat Adderley, o, por partida doble, a Cole Porter– como vehículo idóneo para desplegar una narración expresiva y dinámica, íntima por momentos, que justifica con creces la insistente estrategia editorial de la discográfica alemana.

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