La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Patrimonio
La imagen del Cristo de los Desamparados ha regresado a la iglesia del antiguo convento carmelita del Santo Ángel después de 14 meses de restauración en los talleres del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH).
El crucificado, del año 1623 y atribuido a Juan Martínez Montañés, es una escultura “sobresaliente” del Barroco andaluz, según ha señalado la consejera de Cultura, Rosa Torres, durante la presentación de la imagen. Las características técnicas de la obra son muy semejantes a la del Cristo de la Clemencia de la Catedral de Sevilla, obra del mismo autor.
El Cristo de los Desamparados sufría diversos daños sobre el sudario y la corona de espinas debido a intervenciones anteriores, además de alteraciones en la capa pictórica y acumulación de humo y polvo en la superficie de la figura.
Los trabajos de restauración han consistido en la restitución de la corona, la limpieza de la superficie para recuperar la policromía y el sudario y la sustitución de la cruz de madera, que estaba deformada.
El Crucificado representa el momento anterior a la muerte de Cristo. Después de la restauración, queda patente el dramatismo del rostro, destacando la tensión de la boca y los signos de la defunción. Además, pone de manifiesto la "excelente" policromía, "que presenta con gran virtuosismo los tonos de la piel y las marcas de la pasión tras la Crucifixión".
Por otro lado, el IAPH ha restaurado y decorado la capilla sacramental donde se expondrá el Cristo para su veneración. El presupuesto de los trabajos asciende 14.000 euros.
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