Una puerta a universos desconocidos
La Biacs inaugura el jueves su tercera edición, que busca demostrar la evolución del arte bajo la influencia de las nuevas tecnologías · Los contenidos quieren potenciar la interacción del espectador
La Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla, Biacs, afronta desde el próximo jueves su tercera edición, en la que destaca una perspectiva interdisciplinar que mostrará los vínculos entre arte, ciencia, tecnología, arquitectura y medio ambiente y que ha diseñado sus contenidos para favorecer la interacción del espectador.
Para los organizadores de la cita, la convocatoria de este año -programada hasta el 11 de enero- será "la Bienal de la tecnología", pero, también, una iniciativa "que no funcionará si el visitante no participa". Como reconocía en una entrevista a Diario de Sevilla el director artístico Peter Weibel, director también del Centro para el Arte y la Tecnología de Karlsruhe, en Alemania, la programación quiere demostrar que "el arte había sido hasta ahora para la masa, pero esta vez el arte es de la masa".
Titulada Youniverse, la nueva Biacs inspira sus contenidos en la revolución cultural que supuso Al-Ándalus. Por esta razón, la Bienal expondrá también obras en Granada, en el Palacio de Carlos V, en la primera apertura al exterior de la muestra sevillana. Otro de los espacios barajados, Córdoba, tuvo finalmente que descartarse por problemas económicos "derivados de la cancelación del patrocinio privado previsto".
La oferta de esta tercera Biacs, en la que participarán 150 artistas, se ha dividido en cuatro secciones diferentes. El primero de los apartados ofrecerá "una visión retrospectiva del media-art, desde Nam June Paik a Bill Viola", con una nómina de creadores que dará cabida, igualmente, a "posturas artísticas menos conocidas". El segundo de los ejes pondrá el acento en las obras más recientes: será un recorrido por las últimas tendencias en media-art y net-art, campos de interacción en los que los asistentes se adentrarán en un "mundo desconocido".
La tercera sección abordará, por otro lado, "las transformaciones de la arquitectura desde el uso de ordenadores y de nuevos programas informáticos" y su repercusión en "nuevas formas de convivencia".
El último de los bloques temáticos será la transformación de algunos lugares de Sevilla a través de los lenguajes del arte. Es el caso, por ejemplo, de la Torre de los Perdigones, reconvertida gracias a la imaginación de los suecos Loove Broms, Milo Laven y Erik Krikortz y el proyecto Colour by numbers en un gigante mando a distancia con luces que cambian de tonalidad. También la terminal de llegadas del Aeropuerto de Sevilla verá cambiada su fisonomía habitual con una instalación de la griega Jenny Marketou y que se compone de 99 globos. Algunos de ellos llevarán incorporadas cámaras cuyas imágenes se apreciarán en diferentes pantallas del entorno.
Sin embargo, entre los fondos que presentará la Biacs, una de las instalaciones más llamativas estará ubicada en el Monasterio de la Cartuja. Se trata de la pieza The Morning Line, un antipabellón diseñado por Matthew Ritchie y cedido por la Fundación Thyssen-Bornemisza de Arte Contemporáneo que recrea "el modelo de funcionamiento del universo". La estructura, que por su complejidad ha reunido a arquitectos, músicos, científicos y programadores, provocará seguro una reacción de sorpresa: irá generándose y desmoronándose ante los atónitos ojos del espectador.
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