El pueblo se despide de su maestro

Más de 12.000 personas se acercan a la capilla ardiente del novelista, situada en el Ayuntamiento de Valladolid · Los restos del autor serán trasladados al Panteón de Ilustres del cementerio municipal

El pueblo se despide de su maestro
El pueblo se despide de su maestro
Agencias / Valladolid

13 de marzo 2010 - 05:00

Próxima la primavera, el hombre que aún habitaba en Miguel Delibes -porque, como él mismo dijo, el escritor se quedó en un quirófano hace tiempo- decidió levantar el vuelo entre el reconocimiento institucional y la devoción de sus paisanos. Fue al amanecer de una desapacible mañana invernal, la de ayer, cuando se produjo el deceso.

Las banderas a media asta en el balcón de la Casa Consistorial de Valladolid y un centenar de carteles distribuidos por la ciudad anunciaban la muerte de "uno de los grandes" y "la voz austera de un país sumido en el silencio", en palabras pronunciadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La discreción con que se desenvolvió a lo largo de toda su vida no pudo evitar esta vez el cálido y espontáneo homenaje del pueblo que retrató y defendió en toda su obra, donde plasmó "la esencia de una manera de ser, de pensar y de vivir", según el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.

Una voz anónima y estentórea tildó de "maestro" al novelista fallecido cuando, poco después del mediodía, sus restos mortales llegaron al Ayuntamiento, donde se instaló la capilla ardiente y en cuyo umbral fueron recibidos por seis de los siete hijos del escritor, la corporación municipal en pleno y unas 300 personas.

Las muestras de pesar por su pérdida se sucedieron en escenas de emoción. La actriz Lola Herrera destacó la "sinceridad y discreción" de Miguel Delibes, quien le "regaló" un personaje que dio "luz a su vida", en referencia al papel de Carmen en Cinco horas con Mario, obra que llegó a representar durante diez años. El director de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), Javier Angulo, lamentó no haber podido homenajear en vida a Miguel Delibes, pero aseguró que en estos momentos "está estudiando" qué hacer para rendir tributo al escritor vallisoletano que, en su opinión, "se mereció el Nobel mucho más que Camilo José Cela". Concha Velasco, entretanto, destacó que la "gran herencia" del escritor era su obra y añadió que su desaparición servirá para releer y "recrearse" de nuevo en la obra de Delibes.

Según el alcalde de Valladolid, por la tarde más de 12.000 personas habían presentado sus condolencias delante del féretro de Miguel Delibes, cerrado y custodiado en su cabecera por un crucificado de sobria manufactura y en uno de sus costados por un retrato al óleo con su rostro, obra de Álvaro Delgado.

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, o la directora del Instituto Cervantes, Carmen Cafarell, fueron parte de la amplia representación de los ámbitos cultural, económico, político y social. El funeral por el eterno descanso del novelista se celebrará hoy en la catedral de Valladolid y sus restos mortales se incinerarán y reposarán, por expreso deseo del escritor manifestado desde hace tiempo, junto a los de su mujer, Ángeles de Castro. Las cenizas se trasladarán al Panteón de Ilustres del cementerio municipal, por iniciativa del Ayuntamiento, en una fecha aún por determinar.

El escritor, periodista, cazador, amante de la naturaleza, deportista y padre de familia, Miguel Delibes, descansa ya junto al viejo Eloy (La hoja roja), Trinidad (La mortaja), Roque El Moñigo (El camino), Azarías (Los santos inocentes) o Mario (Cinco horas con Mario), algunos de los personajes más representativos de su fecundo legado.

El reconocimiento a Delibes trascendió las fronteras. Muestra de su universalidad es que los organizadores de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), en México, anunciaron ayer que la cita homenajeará al escritor y expresaron su deseo de poder contar con la presencia de su familia.

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