Espacios acústicos, estrenos y réquiem
proyectoeLe | Crítica
La ficha
proyectoeLe
*** X Festival Encuentros Sonoros. ProyectoeLe. Director: Carlos Cansino.
Programa: Clamor Vocis
José Manuel Martínez de la Torre (1987): Solo soy Op.61 (2020)
Juan González Batanero (1989): De Profundis (2020)
Desirée Martín Márquez (1993): De Sinergias (2020): Murmullo de ramas / De la condensación del agua / Nana al ocaso
Bernat Vivancos (1973): Nigra sum (2000) / Le cri des bergers (2004) / Aeternam (2012).
Lugar: Espacio Turina. Fecha: Sábado, 9 de enero. Aforo: Media entrada.
De los conjuntos corales sevillanos, proyectoeLe es el que conserva una personalidad más definida en torno a la creación contemporánea. Con este programa el grupo ponía en escena obras de tres de sus propios miembros. Aunque ha sido la pandemia la que aconsejó una disposición de solistas en escena y tutti en los palcos laterales, el de la exploración del espacio acústico ha sido siempre, junto a la electrónica, una de las constantes del trabajo del grupo.
Todos los miembros de proyectoeLe cantaron con mascarilla, lo que dio al concierto una relevancia especial. Las obras de José Manuel Martínez de la Torre (Solo soy) y Juan González Batanero (De Profundis) se presentaban en estreno absoluto, mientras que los tres movimientos escogidos de Sinergias de Desirée Martín (un cuarto de los siete que tiene la obra completa se oyó de propina) se habían presentado hace unos días en el proyecto Luces de Barrio 2020. En estas obras el canto se mezcla con el recitado, el bisbiseo, los silbidos, los efectos antifonales y electrónicos. En el caso de Sinergias, la joven Martín parece buscar una comunión con los sonidos de la naturaleza y los ruidos urbanos, con detalles de música concreta.
En la segunda parte sonaron tres obras del barcelonés Bernat Vivancos en las que se mezclan modalidad y espectralismo. En Nigra sum hay un juego también dual entre sensualidad y trascendencia. Le cri des bergers se desarrolla a partir de un grito primigenio con resonancias del organum medieval. Aeternam es un miniréquiem austero, desnudo, con una apreciable tendencia al canto homofónico.
Repertorio en absoluto sencillo, que el conjunto sevillano ofreció con afinación y empaste muy notables y un trabajo bien cincelado de contrastes y detalles, con progresiones dinámicas bien trabajadas y un equilibrio sonoro estupendo entre solistas y conjunto, algo que era especialmente delicado y relevante por el juego con la espacialidad. Calurosa respuesta de un público más amplio del que cabría esperar dadas las circunstancias.
Temas relacionados
No hay comentarios