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"No estamos dispuestos a todo por triunfar. Tenemos una vida"

Pequeño Salto Mortal | grupo musical

La banda sevillana celebra "que seguimos juntos y que ya mismo vamos a grabar el segundo disco" con un concierto este sábado en la sala Even

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Los componentes de Pequeño Salto Mortal: Díaz, Vega, Abad, Jiménez y Luceño / José Juan García-Carretero

La música de Pequeño Salto Mortal tiene raíces en el pop español de los años 60, en el de los 70, algo más pulido, viniéndonos a la cabeza desde Los Brincos a Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán; también nos hacen pensar en Tequila, algo del todo natural si tenemos en cuenta que la mitad de esa banda era también la mitad de Los Rodríguez, que es de donde estos sevillanos -con ramas en su árbol que llegan hasta Madrid- han sacado su nombre y es una de sus principales influencias, más incluso que las mencionadas antes. Ellos suelen nombrar también a Lapido como otro de sus referentes y, por supuesto, citan algunos nombres de fuera de España: Beatles, Dylan, Tom Petty. Esa música deslumbrante, en la que los juegos vocales adquieren niveles de ensueño, podremos saborearla en toda su profundidad y calidad el próximo sábado, día 30, en la sala Even, con los cinco componentes de la banda, Carlos Abad (guitarra y voz), José Vega (guitarra y voz), Pedro Jiménez (teclados y voz), Domingo Díaz (bajo) y Guillermo Luceño (batería), acompañados de algunos de los mejores músicos de nuestra ciudad como Quique Ruiz y Pablo Cuevas, de Los Fusiles; Juano Azagra, Joaquín Calderón y José M. Romero. Las entradas, al precio de 10,50 euros pueden adquirirse en la web de Woutick!.

-De todas las bandas bien establecidas en Sevilla conozco críticas malas sobre algún aspecto de su música; de ustedes, ninguna. Hay amplio consenso sobre que son una de las mejores, si no la mejor, de nuestra ciudad. ¿Por qué Pequeño Salto Mortal no tiene ya el estatus de Derby Motoreta´s Burrito Kachimba?

-(Abad) Un factor importante es que nuestras costumbres y el estilo de vida que llevamos no es el más indicado para abrirse paso en el mundo de la música. Todos somos padres de familia en ejercicio, con trabajos estables. (Luceño) Para subir un escalón hay que salir por las noches, relacionarse. (Díaz) En todas las industria y trabajos es necesario relacionarse, conocer a gente; nosotros llevamos una vida muy tranquila. (Jiménez) No somos como esa gente que hay a la que el rock and roll no le deja tiempo para la música.

-Me han dicho que este es un factor. Debe haber otros, entonces.

-(Abad) Que el gusto nunca es objetivo; por eso, aunque tengamos los mimbres, nosotros no podemos hacer mucho más; lo que queda por hacer lo tienen que hacer los demás: el propio público, los medios de comunicación, la gente que tiene la capacidad de llevarnos donde cree que nos corresponde. El problema es que el gusto del público está mediatizado. Yo no creo en el gusto del público como una cosa abstracta, ni creo que el gusto sea libre, ni que el público sea soberano. (Jiménez) Pensar en esos términos a día de hoy es imposible, porque ya no es que nos movamos en algoritmos, sino que nos movemos en manada, que es peor incluso. Decimos que algo es bueno porque lo dice el de al lado; basarse en la respuesta de la gente es simplemente errático. (Abad) El público está mediatizado por las influencias sociales y de poder, por las modas; somos seres sociales y el gusto es una manifestación que se produce a nivel social, por lo que la sociedad influye en él. La soberanía individual me parece un mito.

-¿Eso no suena muy conspiranoico?

-(Abad) En lo que más dinero invierten los gobiernos es en saber los datos de los ciudadanos para luego poder llevar a cabo políticas de control social. Esto no es conspiranoico, es objetivo. (Vega) Es también una cuestión de educación cultural. No es lo mismo la música en Sevilla que en Irlanda, por ejemplo. Allí la gente es más abierta. Si en cualquier taberna a la que vayas saben que tocas un instrumento, te invitan a hacerlo; hay algo sano en esa relación musical que aquí a veces nos falta. Allí estás libre escuchando a los músicos; aquí vamos a los conciertos con monóculo, a ver qué hace o deja de hacer el músico; es algo insano y nos perdemos muchas cosas por ese prejuicio.

Pequeño Salto Mortal / José Juan García-Carretero

-¿Se conforman ustedes con ese estatus?

-(Vega) Sería falso decir que no nos gustaría llegar a más, pero yo me conformo con hacer bien las cosas con las que me siento satisfecho. Ojalá fuésemos subiendo escalones poquito a poco, pero prefiero dar cinco conciertos bien que veinte de aquella manera. (Abad) La ambición existe. Todo grupo necesita tener metas para funcionar, pero no estamos dispuestos a pasar por todos los aros; tenemos mucho que perder, tenemos una vida.

-Exacto. Para llegar lejos tendrían que renunciar a su vida actual y no están dispuestos a hacerlo.

-(Díaz) El problema es que esto es una rueda; empiezas a trabajar, sigues, van saliendo más trabajos, cada vez la bola es más grande y cuando te das cuenta te preguntas qué ha pasado, que he tenido que dejar mi trabajo, mi familia. Si volvemos a su primera pregunta, esta es otra razón, que tenemos ambición pero la realidad nos está parando. En honor a la verdad, llevamos haciendo esto catorce años y siempre hemos llevado dos vidas, sin renunciar nunca a ninguna de las dos. Y aunque sostenerlas ambas al 200 por ciento ha sido a veces desquiciante, hemos trabajado mucho y eso hay que reivindicarlo. (Abad) Somos de una generación digna de estudio. Una generación que ha vivido un cambio de paradigma absoluto; nosotros nos educamos con los cánones clásicos del rock and roll, pero cuando llegó el momento de empezar a ejercer, el panorama cambió radicalmente. Para nosotros sigue siendo una disociación: seguimos buscando la canción perfecta, pero todo esto del mercado nos es absoluta y radicalmente ajeno. Creemos en la música y observamos que en esta era de las redes sociales, de la realidad virtual, en la que la realidad y la ficción están totalmente desdibujadas, esta actitud pasa por romántica o bohemia, cuando para nosotros no tiene nada que ver con el romanticismo ni la bohemia; tiene que ver con hacer música de la única manera en la que se ha conseguido generar las grandísimas obras de la historia del rock and roll, metiéndote en un local de ensayo durante horas y componiendo durante aún más horas. Yo tengo dos hijos y a veces tengo que ponerme a componer a la una de la madrugada, teniendo que levantarme a las seis, pero, aunque sea media hora, me pongo a ello porque es importante. En el fondo somos unos románticos que seguimos aferrados al clavo ardiendo del rock de siempre y consideramos que el rock quizás no te cambia la vida, pero te puede hacer mucho bien y te puede sanar.

Para nosotros el rock and roll no tiene nada que ver con el romanticismo y la bohemia, sino con pasarse muchas horas en el local de ensayo y componiendo"

-¿Qué celebran ustedes el día 30?

(Abad) Nos celebramos a nosotros mismos, que no es poco; que llevamos tres años prácticamente y celebramos que hemos conseguido sacar un primer disco, que la acogida ha sido razonablemente buena, que hemos tocado en unos cuantos sitios, menos de los que quisiéramos, y celebramos que seguimos juntos y ya mismo vamos a empezar a grabar el segundo disco. (Vega) Y tenemos ganas de pasarlo bien con los invitados, gente de la escena militante de Sevilla que aporta mucho y tiene muchas tablas, que es un lujo que vengan a colaborar con nosotros. Con ellos los ensayos están siendo recreos; lo estamos pasando muy bien con esta gente que tiene una gran agilidad para sacarnos de nuestra rutina, para sacarnos el palo en el culo que significa estar en un ensayo.

-¿Será un concierto de sorpresas, ya sea con canciones inéditas o con algunas propias de sus invitados? Por cierto, ¿han podido contar con todos los invitados o echarán en falta algunos?

(Díaz) Hay sorpresas. Y pueden ir por el lado de los invitados, sí. (Abad) Echaremos de menos a algunos, porque es muy difícil cuadrarlos a todos en una sola fecha y que la dinámica del concierto no se resienta, que todos tengan su protagonismo. Y aunque nos une mucha amistad, no estarán encima del escenario Álvaro Izquierdo, José Casas, Álvaro Suite. (Vega) Ni de Madrid podrá venir Belén Zanetti, que estuvo con nosotros grabando un programa para Al Sur Conciertos.

-La última canción que han lanzado, Con la primavera, me parece que sigue la línea de Contra el olvido, una de las del disco en la que elaboraban un poco más el arquetipo del pop español de los 70. ¿Significa eso que este nuevo disco va a seguir una línea más continuista que rupturista?

-(Abad, entre risas) A esa canción la llamamos Contra el olvido 2. Esa fue una de las razones por las que no entró en el disco, es un descarte de él, no un adelanto del próximo. El disco nuevo no hemos empezado a grabarlo, ni siquiera a prepararlo; pero hay muchas canciones que tenemos que empezar a cribar y cuando a partir de enero nos pongamos a ello empezaremos a darle forma. No sé cómo vamos a terminar el disco, pero si tuviese que elegir por fuerza entre lo que usted nos dice, elegiría continuismo; pero es que el rock and roll es tan diverso y amplio… partir de este primer disco, para bien y para mal, puede ser un lastre, pero ya partimos de un patrimonio que tenemos ahí.  (Vega) Seguiremos la misma línea que hemos seguido siempre, la de trabajar y hacer canciones; siempre el método de ensayo y error.

Pequeño Salto Mortal / José Juan García-Carretero

-En otra entrevista que les hice hace algún tiempo me dijeron que en los grupos de Sevilla lo que prima es la Semana Santa y ser Triana 2.0, con lo cual la transgresión que debería tener el rock queda anulada. ¿Son ustedes más puros y dignos que las demás bandas de la ciudad?

-(Díaz) Hacemos aquello en lo que creemos. Cada uno tiene sus vertientes, pero tenemos una base que nos influyó a todos; esa es la que nos une y al final es lo que plasmamos en el grupo. Lo que hagan los demás me da igual, sinceramente; incluso me he quitado de las RRSS. No tengo consciencia de lo que debería hacer para triunfar o no triunfar; voy a seguir grabando canciones, produciendo, como creo que tenemos que hacerlo y que el mercado vaya por dónde quiera ir. Si intentamos ajustarnos al mercado vamos a estar en un sitio en el que no queremos estar. (Abad) Al final, el rock and roll ha pasado al establishment, al mainstream, al torrente cultural; precisamente el punto disonante está en lo que hacemos nosotros. Nos seguimos fijando en la gente que lo ha hecho bien, llevando una vida lo más digna posible, sin ser ejemplo de nada; el rock and roll hace mucho tiempo que dejó de ser rupturista; fíjese en Bruce Springsteen abriendo los mítines de Kamala Harris, que es la que está mandando más bombas a Ucrania, ¿qué ruptura hay ahí? La ruptura viene de un punto de vista más local, como el nuestro. (Vega) En todo tiene que haber un equilibrio. No me planteo qué hace otra gente, cuál es su fórmula, sino que hacemos algo con lo que sentirnos satisfechos, pero siendo realistas con la vida que llevamos. Si nos suena la flauta y vamos para arriba, perfecto, pero ya no vamos con el ansia de cuando teníamos 24 años.

-En aquella otra entrevista me llamó mucho la atención otra cosa que me dijeron: A la música hay que amarla mucho, porque la música se lleva todo lo que tú amas.

(Abad) Eso lo dijo Pedro y suena bien, pero en mi caso la música no se ha llevado nada, solo me ha dado cosas: experiencia, relaciones, algo a lo que aferrarme, pero no de manera desesperada, sino agradable. La vida no tiene que ser una decisión dramática tras otra, yo me la imagino siempre como los platos chinos: vas intentando que no se te caiga ninguno y vas tirando para delante de la mejor manera posible, haciéndolo lo mejor que puedes. A mí la música no me ha quitado nunca nada. Nunca he renunciado a nada y quizás de ahí venga la respuesta a la primera pregunta que nos hizo usted, con lo que así podemos cerrar el círculo.

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