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Penélope también vivió su guerra

Festival de Mérida

Belén Rueda encarna al personaje de la 'Odisea' en el Festival de Mérida.

La versión de Magüi Mira define a su heroína como una mujer que intenta abrirse paso en un mundo de hombres

Belén Rueda y Jesús Noguero en la 'Penélope' de Magüi Mira. / Jero Morales / Festival De Mérida

Penélope, la mujer que esperó durante 20 años que su marido, Ulises, volviese de la Guerra de Troya y se erigió así en un símbolo de la fidelidad, se desprende estos días en el Festival de Mérida de su imagen de esposa sumisa para reclamar su autoridad en un mundo de hombres. Belén Rueda interpreta hasta el próximo lunes en el Teatro Romano al personaje de la Odisea de Homero, que en esta versión escrita y dirigida por Magüi Mira ya no es esa figura paciente y callada que perpetuó la leyenda, sino una reina enérgica que intenta ser escuchada por un consejo "de nobles innobles" que quieren compartir lecho con ella y arrebatarle el trono.

"Mi guerra no tuvo nada que envidiar a la Guerra de Troya, sólo que en mi ejército estaba yo sola", le dice Penélope a Ulises (Jesús Noguero) cuando se reencuentra con él, cansada de las mofas y las vejaciones que su entorno le ha dedicado. En su cabeza resuena una frase que le ha cortado las alas en todo este tiempo: "Quisiste ser rey, pero sólo eres mujer", le señalaban Antínoo (Pedro Almagro) y sus compañeros en el consejo mientras reían con la sonoridad escalofriante de las hienas. Lo que no sospechan, y esta adaptación de Mira reivindica, es que el calvario ha hecho más fuerte a la reina de Ítaca, y que, mientras ésta tejía y destejía el sudario que destinaba a Ulises –esa táctica con la que esquivaba a sus pretendientes–, en realidad Penélope no estaba siendo fiel a su esposo, sino leal a sí misma.

"Mi guerra no fue distinta a la de Troya”, dice el personaje, “pero en mi ejército estaba yo sola"

Euriclea (María Galiana), la nodriza de Ulises y después de su hijo Telémaco (Maxi Iglesias), avisa al principio de la función: los cuentos con los que fascinamos a los otros no siempre tienen un anclaje en la realidad, la verdad es un barro moldeable del que puede surgir cualquier relato. Y en esta versión Magüi Mira enfoca una historia clásica desde los ojos y la sensibilidad del presente. Así, la larga travesía del regreso de Ulises queda en un segundo plano –de ella apenas se relata el encuentro del héroe con Nausícaa (Muriel Sánchez)–; Telémaco tiene un papel menos activo que en la Odisea y aquí es su madre quien lo empuja a los mares en busca del progenitor perdido; y Penélope, el pilar que sostiene la dramaturgia, es una mujer que pagará su independencia en un final que no habría imaginado Homero.

María Galiana, Maxi Iglesias y Belén Rueda, en una escena de 'Penélope'. / Jero Morales / Festival de Mérida

Una dramática y solvente Belén Rueda, que cambiará de registro en su próximo proyecto cinematográfico, una comedia a las órdenes de Arantxa Etxevarría (Carmen y Lola)Arantxa EtxevarríaCarmen y Lola, debuta con esta obra en el Festival de Mérida. "Cuando supe que vendría llamé a compañeros que ya habían estado para que me contaran su experiencia, pero todo lo que me dijeron es poco para lo que he sentido hoy", afirmaba la actriz la noche del miércoles tras el estreno. "Las piedras de este teatro transmiten una energía única. Y es un milagro que en este año hayamos conseguido sacar adelante este proyecto, y sin poner en riesgo a nadie", comenta Rueda.

Porque ninguno de los actores, confiesa Galiana, tenía "claro, en abril o mayo, con la incertidumbre del coronavirus, que esta obra pudiera hacerse. Y, en realidad, hemos tenido la suerte de que la pandemia no esté golpeando en Extremadura igual que en otras zonas del país, como Madrid o Cataluña, donde están más con el agua al cuello. En todo caso, ha sido un acto de valentía enorme el del festival, el de Jesús Cimarro, su director, y el de todo el equipo", valora la veterana actriz andaluza.

Penélope, la producción con la que el lunes el festival se despide hasta el próximo año, tiene en la entrega de su reparto su principal baza, como resalta Mira. "Puedes tener un texto maravilloso, unas luces como las de José Manuel Guerra, una escenografía como la de Curt Allen, una música como la de Víctor San José... pero todo eso va al mar si no tienes unos actores capaces de dar vida a lo que sólo está escrito en un papel. Sin esa magia, nada de todo esto tiene sentido".

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