"En Sevilla sentí por primera vez que yo tenía algo que decirle al público"
Pasión Vega. Cantante
La intérprete presenta el día 23, en la Plaza de España y dentro de la programación del Singular Fest, su álbum 'Todo lo que tengo'.
Promete un concierto "lleno de matices y colores"
El Singular Fest, que vuelve a tomar con la llegada del verano la Plaza de España como espacio para sus representaciones, acoge el próximo 23 de junio la actuación de Pasión Vega, que acude a la cita presentando su último trabajo, Todo lo que tengo. Un álbum en el que la artista afincada en Cádiz homenajea a la música latinoamericana, a través de sus estilos más representativos, como pueden ser la ranchera, la bachata o el cambuco, y en el que intervienen una buena nutrida representación de intérpretes y compositores de un lado y otro del Atlántico, entre los que destacan Chipi, de La Canalla, Jorge Drexler, Silvana Estrada, Juan Zelada o Mariana Carrizo, con producción del venezolano Gustavo Guerrero.
–¿Qué va a encontrar el espectador que acuda a su cita con el Singular Fest?
–Sin duda, tener la oportunidad de asistir a un concierto en un lugar histórico y de tan enorme belleza como es la Plaza de España es un regalo para los músicos e intérpretes que participamos en este ciclo de conciertos y, por supuesto, también para el público, pues seguro que para todos nosotros, después de un año tan difícil, va a suponer el comienzo del fin. Para mí, Sevilla, es muy importante… En esta maravillosa ciudad hice mi primer recital y fue donde por primera vez sentí que tenía algo que decirle al público y me sentí artista por primera vez y eso no se olvida nunca. Será un concierto lleno de pureza y sencillez, teatralidad, mensaje y lleno de matices y colores… un viaje musical desde lo más profundo de nuestras raíces hasta mi presente mestizo, con algunos guiños a algunas canciones que han marcado mi carrera y que el público espera, y también habrá algunos regalos inesperados.
–Tal vez sea Todo lo que tengo, por todos los estilos que aborda, por la diversidad de compositores y estilos, su trabajo más ambicioso, incluso arriesgado, de cuantos ha ofrecido. ¿Lo considera un "objetivo cumplido"?
–Todo lo que tengo ha sido, con mucho, el proyecto que más feliz me ha hecho sentir, por haber tenido la oportunidad de colaborar para poder llevar a cabo este reencuentro con el folclore iberoamericano y su música de raíz, con gran parte de los músicos y compositores y compositoras contemporáneas más extraordinarios. Gustavo Guerrero, que ha sido quien ha conducido la producción, íntegramente grabada en directo desde México, ha visto como por el estudio pasaron desde el mítico Cuarteto Latinoamericano, a Eloy Zúñiga con su Jarana y los Tlacuatzin o Cesar Olguín con su bandoneón. Poder grabar en directo y abordar algunos estilos que no había interpretado nunca ha sido una aventura maravillosa.
–¿Cómo se ha sentido abordando este cambio, ha encontrado conexiones con la copla o con otros estilos que haya interpretado en su carrera?
–Realmente, el leitmotiv de este proyecto era servir de puente de unión entre todas esas músicas que tienen un mismo punto de partida: durante siglos la música que se hacía en España tenía su reflejo, como si de un espejo se tratara, en toda Latinoamérica y viceversa, y los puntos de unión surgidos en esos viajes transoceánicos son infinitos y hermosos, especialmente con Andalucía. De ahí que estudiosos como Antonio García de León hablen de un Caribe Afroandaluz. Tonadas, peteneras, rumbas, malagueñas, venezolanas, danzonetes, tango, bambuco colombiano, bachata, bolero… son algunos de los ritmos con los que nos identificamos, además de con ese acento suave y cadencioso que siguen expandiendo por las almas de las gentes. Yo crecí escuchando las voces de Carlos Gardel, Chabuca o Mercedes Sosa junto a las de Imperio Argentina, la Niña de los Peines o la de Carlos Cano de una forma natural, como cualquier niño andaluz. Música sin fronteras y sin etiquetas.
–Cuenta Todo lo que tengo con muy significativas y diversas colaboraciones, de Chipi, de La Canalla, a Jorge Drexler, pasando por César Olguín. ¿Cómo fue el proceso para que todas las piezas encajaran en el puzle?
–Sí. Lo difícil de este proyecto era que queríamos aunar compositores y compositoras de ambas orillas para poder trazar ese mapa sonoro y conectarnos de verdad. Así, conseguimos las composiciones originales y nuevas de Silvana Estrada, Fernando Arduán, Jorge Glem, Chipi, Laura Itandehui, Anthony Escandón, Mariana Carrizo, Jorge Marazu o el maestro Jorge Drexler… Eloy Zúñiga puso música a un precioso poema de la mexicana Guadalupe Amor y la portada es una creación de la ilustradora mexicana Jimena Estíbaliz.
–20 años después de su primer trabajo discográfico, más de 25 de trayectoria profesional, ¿cuál es su balance de todo este tiempo, en qué punto de su carrera se encuentra en la actualidad?
–Hacer lo que te apasiona es el mejor regalo que te puede dar la vida y saber que el público sigue ahí, esperándote para que les cuentes y les cantes es una alegría. Me sigo ilusionando con cada proyecto, con cada concierto y sigo dando lo mejor de mí en cada canción y en cada silencio y, sin embargo, sigo teniendo la sensación de empezar cada día.
–¿Cómo ha sobrellevado este tiempo extraño, de confinamiento, alejada de los escenarios?
–Extrañando mucho, pero mucho, el escenario y sin parar de crear y pensar en los nuevos proyectos para el futuro, pero intentando disfrutar del ahora y el hoy. Y dedicándole mucho más tiempo a crecer por dentro y a jugar con Alma, mi hija.
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