El ojo educado

Sevilla/José María Mellado (Almería, 1966) mira sus propias fotografías con un punto de distancia. Concentrado no en lo que está viendo, sino en aquello que ha vivido en cada una de sus imágenes. Suele pasar con algunos fotógrafos: lo que importa de una instantánea late por debajo, allí donde comienza esa magia de lo que no se ve, una historia, una aventura, un mensaje, una huella, un amor.

Mellado forma parte de la íntima tribu de fotógrafos que ha hecho de su trabajo un referente para otros. El paisaje, las vistas, los lugares insólitos, extraños y espectaculares... Todo esto conforma el ADN de una obra que se reparte, por ejemplo, en el Museo Reina Sofía y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC). Comenzó en la década de los 90. E inauguró entonces una forma de mirar con algo de volcán en las córneas.

"En la fotografía prefiero provocar emociones a transmitir mensajes. No me gustan los sermones. Ni darlos ni que me los den", dice el fotógrafo, quien presenta estos días en Sevilla una exposición, Closer, y el libro Fotografía de alta calidad. Los fundamentos de la fotografía (Anaya Multimedia), la última versión de un manual de referencia en el mundo de la imagen digital que se presenta mañana a las 19:00 en la Pérgola de la Feria.

¿Qué satisfacción encuentra en la tarea de divulgación un fotógrafo de prestigio? "Se trata, básicamente, de transmitir una pasión y compartir mi técnica, mis procedimientos", señala Mellado, quien recalca: "Quizás una de las más grandes alegrías que me he llevado con el libro es descubrir que hay gente que se ha reencontrado con la fotografía tras su lectura".

El volumen Fotografía de alta calidad. Los fundamentos de la fotografía propone una revisión de los contenidos de la edición publicada hace ahora cuatro años. "Es el mejor libro que he escrito", apunta el fotógrafo, quien aclara la clave de su éxito: "Soy un fotógrafo que habla a otros fotógrafos". "Tanto que he puesto a disposición del lector todos mis archivos para poder seguir, paso a paso, las técnicas", expone.

Pero él es más que un ojo educado con precisión para sacar de una imagen el caldo de algo nuevo. Es, esencialmente, un explorador febril de escenas, capaz de traspasar la anécdota para enseñar lo que hay por debajo de la piel del mundo. Para comprobarlo, hasta el 21 de junio exhibe en la Casa de la Provincia una exposición reveladora sobre una forma de entender el oficio: Closer, impulsada por el Centro Andaluz de la Fotografía cuando aún lo dirigía Pablo Juliá.

La muestra reúne más de 50 fotografías de rincones de todo el mundo: La Habana, Guayaquil, Panamá, Escocia, Islandia y Almería, representada aquí con una imagen tomada en el Cabo de Gata, a la caída del sol. "Seguro que si pegas el oído a ella, puedes escuchar el silencio que hay en alta mar", bromea Juliá, comisario de esta muestra que ya ha visitado en los últimos meses varias provincias andaluzas.

"El artista exhibe una honesta reflexión sobre el origen de la motivación que le ha llevado a fotografiar lugares insólitos, extraños y espectaculares y en los que buscaba el alma escondida, el aire que interpreta una obra y que le ha dado una personalidad claramente definida y reconocida internacionalmente", afirma Juliá.

"Yo soy un cazador de fotografías", señala al respecto Mellado, quien descubre en Closer un hilo común en el trabajo de los últimos años: una renovada interpretación de la fotografía de paisaje, ahondando en su perfil más íntimo y cercano. Todas las imágenes están reunidas en un libro del mismo título. "Se trata de una evolución, un paso más en mi fotografía", aclara.