"Tenemos poco ojo comercial, y lo vemos casi como una tara"

"Ya se escucha el eco que me hace prisionera / de las canciones lovers y la música ligera. / Ven, bailemos juntos despreocupadamente, / da igual que estemos solos o rodeados de gente", canta Teresa Iturrioz en Rea, el disco con el que Single persigue la felicidad de los oyentes a través de unas letras de amor deliciosamente imposibles y esos sonidos jamaicanos por los que los antiguos componentes de Aventuras de Kirlian y Le Mans ya han mostrado anteriormente su debilidad. Hoy, el impredecible y siempre inteligente dúo formado por Iturrioz e Ibon Errazkin visita Nocturama, el ciclo del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, con ese baile despreocupado y la alegría del personal como encomiables metas.

-Cada disco de Single supone un giro: Monólogo interior (2010)tenía poco que ver con Pío Pío (2006), y este Rea (2014) propone otro viraje y parece regresar a ciertos parámetros del primero...

-Sí, yo lo veo igual. Cuando pensamos en hacer este disco queríamos hacer un álbum alegre y luminoso, quizás porque el anterior había sido Monólogo interior, que era más introspectivo, y luego hicimos Anexo, que era muy sentido, y nos apetecía algo más banal, más divertido. Como estábamos pasando una época tan terrible nos atraía hacer temas intrascendentes, que fueran bonitos, sin más aspiraciones.

-Dice que Anexo era muy sentido, pero aquí, también en otro registro, hay un sentimiento arrebatado casi como un hilo conductor de los temas.

-Queríamos conectar con el lovers rock y que las canciones hablaran de amor. Sí, hay una cosa arrebatada en todo el disco, pero es porque queríamos hacer música ligera, y la música ligera habla de eso. Nuestro punto de partida era hacer canciones tontainas, y como el lovers rock tiene ese ritmo tan alegre, las chicas cantan con esos agudos y todo es tan luminoso y tan rosita... tiramos por ahí. Queríamos imitarlo a nuestra manera, no hacer un ejercicio de estilo sin más.

-Ustedes, algo no muy frecuente en el pop español, trabajan mucho el vestuario con el que se muestran al público. Le preguntaría con qué nos van a sorprender hoy, pero entonces no sería una sorpresa...

-[Ríe] Sólo puedo contar que vamos a hacer un concierto de verano, eso es una pista. Haremos tres partes, porque algunas canciones irán sólo con guitarra y voz, y eso repercutirá en la distribución del concierto, y esas partes irán acompañadas por diferentes modelos.

-Resulta inevitable preguntarles por Hidrogenesse, que estuvieron la pasada semana en Nocturamay tienen tantas conexiones con ustedes...

-Empezamos a colaborar con ellos en Monólogo interior: nos quedó el disco como muy Le Mans y no nos apetecía, y entre Genís y Carlos nos hicieron los arreglos. Nos acabó gustando tanto lo que hicieron que les pedimos con Rea que lo produjeran todo. A ellos les pasa como a Dolly Parton: que tienen un aspecto tan excéntrico que la gente se olvida del talento que hay detrás y de lo serios que son. Cada decisión que toman tiene un porqué, todo está justificado, no hacen nada al azar. Son muy trabajadores y muy organizados, es un lujo colaborar con ellos.

-Ambos grupos coinciden en la libertad, en ser dos de las propuestas más singulares e insobornables del momento.

-A ellos sí los veo así, y lo valoro mucho porque su caso es distinto al nuestro: ellos viven de la música. Nosotros tenemos nuestros trabajos aparte; para nosotros la música es importantísima pero no vivimos de ello. Lo de que tengamos otros trabajos facilita que seamos insobornables. Ibon y yo hacemos efectivamente lo que nos da la gana con el grupo, y, si no nos apetece hacer algo, no lo hacemos. Cuando tus ingresos dependen sólo del grupo es más fácil hacer concesiones.

-Es sorprendente pensar que usted no cantaba antes de Single, que la banda haya supuesto toda una educación en ese sentido.

-Me lancé con Single por necesidad, y, sí, es genial... después de todos estos años estoy muy contenta.

-En Rea del ritmo, el maxi de remezclas que sacaron este año, destaca esa versión de Amor... amar, el éxito de Camilo Sesto, con el que en realidad vuelven a Lucía Bosé, que hizo la letra de ese tema.

-Genís nos dice: ¡Ya os vale con ese empeño por Lucía Bosé! El singleNoi Pomodori era un homenaje al disco que sacó en los 80 con Gregorio Paniagua, que se llamaba Io pomodoro. Las canciones eran rarísimas y preciosas, las letras las hacía ella, también cantaba, lo que confirma que esa mujer tenía un gran talento. Agradezco que se pregunte por ella porque todo el mundo pregunta por Camilo, aunque en el fondo es normal, porque a quien se recuerda de una canción es a quien la interpreta.

-No se puede decir que en sus versiones siempre recurran a lo obvio. Gracias a ustedes hay quien ha conocido al uruguayo Leo Maslíah o las colombianas Elia y Elizabeth.

-Eran desconocidos también para nosotros, no te vayas a pensar... A Leo Maslíah nos los recomendó un amigo y con Elia y Elizabeth nos pasó un poco lo mismo. Nos gustaron tanto las canciones que quisimos hacerlas. Nosotros nos atrevemos a las versiones cuando sentimos que podemos hacer algo distinto con las canciones y que van a quedar bien, cuando tenemos la sensación de que vamos a aportar algo desde nuestras coordenadas y no vamos a replicarlas.

-Varias publicaciones especializadas eligieron Rea como el mejor disco del año. Quizás una de las razones por las que ha conectado tanto con la gente es su energía: uno termina feliz la escucha.

-Buscábamos eso precisamente, que transmitiera alegría. Es un misterio lo de saber qué va a gustar y qué no. Tanto Ibon como yo tenemos muy poco ojo comercial, solemos estar bastante despistados al respecto, y lo siento como una tara. No somos muy conscientes de lo que va a funcionar. Hay canciones que parecen fáciles y luego no entran...

-Una última curiosidad. ¿Cómo es el trabajo con Javier Aramburu en el diseño de sus portadas? ¿Usted, como modelo, opina sobre el proceso?

-Las ideas son todas de Javier, por supuestísimo. Él sólo necesita el título, y si no va muy adelantado nos pide escuchar las canciones, para saber lo que tiene que representar. No le damos ideas, a él le sobran. Siempre nos ha sorprendido para bien, nos hace maravillas.