"La Partita nº4 de Orbón es una auténtica obra maestra"
Noelia Rodiles | Pianista
Noelia Rodiles graba para el sello Eudora la ‘Partita nº4’ de Julián Orbón, un gran olvidado de la música española del siglo XX
Nacido en Avilés en 1925, Julián Orbón pasó su vida de exilio en exilio. La familia emigró a Cuba cuando él era un niño, pero su padre decidió dejarlo en España hasta 1942 en que el joven se instala finalmente en La Habana. De Cuba salió huyendo del castrismo en 1960 hacia Nueva York, de allí marchó enseguida a México y en 1963 estaba de vuelta en los Estados Unidos, donde fue profesor en la Universidad de Columbia. Acabó muriendo en 1991 en Miami, donde enfermó inesperadamente mientras impartía unos cursos. Sus restos mortales descansan en su Avilés natal.
Aunque su nombre no es desconocido, su música se programa muy poco. La pianista asturiana Noelia Rodiles (Oviedo, 1985) acaba de registrar su Partita nº4, que ella misma presentó en España hace sólo cinco años. La obra fue estrenada en 1987 en Dallas por la Orquesta Sinfónica de Dallas dirigida por el mexicano Eduardo Mata, que fue alumno de Orbón y quien le encargó la partitura. “Luego la tocaron algunas grandes orquestas internacionales, como la Sinfónica de la Radio de Fráncfort, con el propio Mata, que la grabó con la orquesta alemana en 1989, pero de repente, quedó olvidada”, cuenta Noelia Rodiles. “Yo conocía a Orbón lógicamente, porque es paisano, y me puse a ver qué había disponible de su música, y cuando di con esta partitura me parecía mentira que llevara lo menos treinta años sin tocarse, porque creo que es una auténtica obra maestra. El manuscrito está en el archivo del compositor, que se conserva en Indiana, y cuando me llegó todo el material lo enseñé y comenté con varios maestros y todos estaban de acuerdo en que era una obra importante. Así que la estrené primero en México, donde tampoco constaba que se hubiera hecho, y luego en Madrid con la Orquesta de la Comunidad de Madrid y José Ramón Encinar. Eso fue en 2019. En 2021 la hice también con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y, gracias a una Beca Leonardo, he podido grabarla ahora con Oviedo Filarmonía y Lucas Macías”.
La Partita nº4 (hay otras tres anteriores para diversas formaciones instrumentales) está escrita a partir del motete navideño de Tomás Luis de Victoria O magnum mysterium. “Él tuvo siempre muy presente la tradición española, y lo que me fascina de esta partitura es cómo supo aunar esa tradición, pues la obra está un poco en el estilo de las diferencias renacentistas, con toda la riqueza de los ritmos latinos y las armonías y la orquestación que seguramente aprendió con Aaron Copland, con quien estudió. Es una obra muy densa, de una orquestación riquísima, que recuerda a los polifonistas del Renacimiento, pero con el ritmo de la música hispanoamericana, con una sección de percusión amplísima, con marimba y un montón de instrumentos. No es un concierto de piano al uso, de hecho él lo llama Movimiento sinfónico para piano y orquesta, así que por momentos el piano actúa como solista y luego se integra en la orquesta o la enriquece, a veces con un diálogo muy directo y otras como parte de la masa orquestal. Al final de la obra hay un momento para mí mágico: aparece la melodía del motete, tal cual, con los violines en armónicos, luego la coge el piano en un pasaje de una pureza extraordinaria, casi religiosa, que es algo también habitual en su música.”
Rodiles confía en que esta música pase al repertorio: “Quiero pensar que los tres exilios consecutivos, el no ser de ninguna parte, pudo hacer que en ningún país fuera considerado como propio y por eso nadie defendió esta obra. Espero que este disco sirva para que otros pianistas y directores se animen a programarla”.
El álbum se completa con Cloches, un concierto para piano y orquesta en cinco movimientos que Manuel Martínez Burgos (Madrid, 1970) escribió para este proyecto. “Se retrasó un poco por la pandemia, pero acabó presentándose en las Jornadas de Piano de Oviedo de 2023. Aunque el lenguaje es muy diferente al de Orbón, parte de las campanas como elemento de comunicación y tiene por momentos un carácter místico, que me parece que conecta muy bien con Orbón. A pesar de que en el ciclo en el que se presentó no son muy habituales las obras contemporáneas el público la acogió muy bien. Gustó mucho. Y es que está muy bien escrita. La orquestación es fantástica. Todo tiene mucho sentido para todos los instrumentos, y la parte solista funciona a la perfección. Además pude trabajar el concierto con el compositor desde el principio, lo que no es tan habitual tampoco; a veces recibes la obra ya hecha y te las apañas como puedes. Pero él escribió la obra pensando en que yo la iba a estrenar. Me conocía ya, sabía mi forma de tocar y eso hace que esté escrita para los dos, y por eso todo encaja perfectamente, como un guante.”
La ficha
MYSTERIUM
Julián Orbón (1925-1991): Partite nº4, movimiento sinfónico para piano y orquesta [1987]
Manuel Martínez Burgos (1970): Cloches, concierto para piano y orquesta [2023]
Noelia Rodiles, piano
Oviedo Filarmonía. Lucas Macías, director
Eudora
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