Niña Pastori en Noches de la Maestranza en Sevilla: "Lo más importante es ser honesto con lo que sientes"
La artista inaugura la tercera edición del ciclo Noches de la Maestranza con su espectáculo ‘Camino’
Hará un recorrido por casi tres décadas de trayectoria
Niña Pastori, Hombres G y El Barrio coronan la programación de Noches de la Maestranza 2024
El coso maestrante abre esta noche sus puertas para inaugurar la tercera edición del ciclo de conciertos Noches de la Maestranza. Una cita que se ha afianzado en el septiembre hispalense con grandes nombres como Serrat, Joaquin Sabina, Raphael o David Bisbal. Es difícil resistirse a la colosal y emblemática belleza de la Real Maestranza de Caballería, al graderío en silencio con la Giralda mirando atenta. Este año abre la programación la cantaora gaditana Niña Pastori. Tras recibir su quinto Grammy Latino el pasado noviembre, regresa a la capital con su gira Camino, en la que hace un recorrido por sus casi tres décadas de trayectoria.
–¿Qué se van a encontrar los espectadores sevillanos en su concierto de las Noches de la Maestranza?
–Se van a encontrar con el disco de Camino (2023), principalmente, que es el último trabajo de larga duración que tengo, pero también con un repaso de todos los anteriores, prácticamente de toda mi carrera, de todo lo que he hecho a lo largo de estos casi 30 años de música. Así que hacemos un repasito de todos y, por supuesto, presentamos el disco de Camino.
–Casi 30 años desde su primer disco, en 1995, ¿qué queda de aquella Niña Pastori y en qué nota que ha cambiado, fundamentalmente?
–En casi 30 años, claro está, espero haber cambiado, haber mejorado, superado y hacerlo cada vez mejor. De eso se ha tratado también o eso he intentado y sigo intentando: mejorar y hacerlo cada vez mejor. La verdad es que no es fácil mantenerse durante 30 años, seguir aportando y seguir haciendo cosas, no es nada fácil. Pero, bueno, hago lo que más me gusta, que es cantar, y lo disfruto cada día, que es lo más importante.
–Camino es el nombre de la gira, pero también se puede entender como una metáfora. ¿Cree que le queda mucho camino por recorrer? ¿Cómo lo afronta, hasta dónde quiere llegar?
–Camino es un nombre precioso. Creo que en cada carrera lo más importante es eso, el camino que recorremos, sobre todo disfrutarlo y saborearlo, que es lo más importante. No debemos ponernos nunca una meta porque nunca se sabe dónde nos pueden llevar los caminos. Entonces, creo que lo más importante es eso, saborearlo y disfrutarlo. Ojalá que yo tenga muchos, muchos más años de camino y que siga recorriendo el mundo con lo que más me gusta hacer, que es cantar y ofrecer lo que llevo dentro.
–Artista flamenca, nunca ha renunciado, sin embargo, a la fusión, a conectar con otros estilos y artistas. ¿Cuáles son sus referencias flamencas, y cuáles lo son en otros géneros?
–Tengo muchos referentes dentro del flamenco. Aunque más que referentes, son pilares importantes, artistas que hay que conocer, ¿no? Fernanda y Bernarda de Utrera, Caracol, La Perla de Cádiz, La Paquera de Jerez, Antonia La Negra, de la familia Montoya, Lole y Manuel. Muchos referentes del arte, por supuesto, Camarón, Rancapino, Manzanita, Juan Villar. Y mi tierra, mucha gente a la que admiro y que, por suerte, algunos todavía están, aunque otros ya no, pero tenemos su trayectoria y lo que nos han dejado, dentro de las posibilidades de aquella época.
Y luego, fuera del flamenco, pues hay mucha gente a la que admiro, que me gusta y que disfruto escuchando su música. Prince, Michael Jackson, Whitney Houston, de los americanos. Luego, de Latinoamérica, Juan Luis Guerra, que me encanta, Gilberto Santa Rosa, Rubén Blades, Luis Miguel, que también me encanta. Creo que hay mucha gente buena y mucha gente a la que admiro.
–Desde que comenzó, ¿ha cambiado mucho la escena y la industria musical de nuestro país? ¿Se sigue sintiendo cómoda y valorada en ella? ¿Qué cambiaría?
–La verdad es que yo me he sentido valorada siempre desde el principio. He sentido el cariño de la gente desde que empecé y, evidentemente, ha cambiado mucho, porque son 30 años y la industria ha pasado por distintas fases en este tiempo. Imagino que seguirá cambiando, como todo en la vida evoluciona y va cambiando. He vivido distintas etapas, pero yo me he sentido siempre querida y respetada por el público y por la gente, que es lo más importante.
–De estas casi tres décadas en el escenario, ¿cuáles han sido, a su parecer, sus momentos más destacados, los que se emociona al recordar? ¿Y los más duros que quisiera no haber vivido?
–Los momentos que realmente no quería haber vivido, da igual, porque las cosas que no pasan tan buenas son importantes y son las que nos hacen madurar y aprender. Así que no tengo nada especialmente duro que no haya querido vivir.
–¿Cuál es el secreto para mantener la fidelidad y conexión con el público?
–Creo que para mantener la fidelidad del público lo más importante es ser honesto con lo que sientes, con lo que te gusta, con lo que quieres contar. Al final, la gente percibe tu verdad y creo que eso es lo más importante.
–En su último trabajo discográfico, Nunca me fui (2024), cuenta con la colaboración de Lila Downs y Soledad Pastorutti. ¿Qué nos puede contar de la experiencia? ¿Encontró más puntos de conexión de los que tenía previstos?
–Bueno, pues trabajar con Lila y con Sol siempre es un gusto. Es nuestra segunda vez. La otra vez hicimos un disco, esta vez hemos hecho un EP, algo más cortito, pero disfrutándolo igualmente, porque son compañeras que al final aportan otras cosas a nivel musical y eso enriquece y hace que cantes de otra manera y te busques la vida a nivel vocal, haciendo otros registros y rebuscándote como artista.
–¿Percibe mucha diferencia en la reacción del público cuando actúa fuera de España? ¿Cómo la reciben?
–La verdad es que ante el público, al final, lo más importante es entregarse, y la gente, cuando ve que te entregas, te lo devuelve. Esto es como el amor: cuando uno se da, al final recibe, y creo que eso es lo más importante. Da igual que el público sea de fuera de España o de dentro; son gente que va con cariño a verte, que compran una entrada y que, al pensar que esta gente pretende pasar ese tiempo, su tiempo, este rato de dos horas contigo, es importante darlo todo. Creo que eso es lo más bonito y lo más justo también.
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