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Sevilla Alive
La música volvió este sábado a la pradera del Monasterio de la Cartuja. La encargada de llevarla fue Nathy Peluso, que ya había estado en los dominios del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo antes de la pandemia. Entonces fue dentro de los jardines, con el público bien apegotonado, algo inevitable si uno se deja llevar por la mezcla de esta argentina de 26 años que casi hizo a todos olvidar que vivimos en una pandemia.
Peluso inauguró así el ciclo Sevilla Alive, que se prolongará durante toda la primavera y el verano con la presencia de Zahara, Juanito Makandé, Miss Cafeina o Izal, entre otros. Organizado por el mismo equipo que el festival Interestelar, previsto para septiembre, los conciertos siguen todas las medidas de seguridad necesarias en tiempos de pandemia: mascarillas excepto en el momento de consumir, público sentado durante toda la actuación y distancia de seguridad de metro y medio entre cada espectador
El millar de personas que estrenaron el ciclo tuvieron que esforzarse por mantener el control ante el viaje que propone Peluso en cada concierto. Después de comenzar con Celebré, la canción que abre e disco que venía a presentar (Calambre), la argentina encendió al personal con Sana Sana, ese hip hop de letra oscura que bien merece entrar en youtube para ver su videoclip. Peluso, a la que, de vez en cuando, se le pone un ojo de cada color, pasa del momento gánster a la canción latina con una facilidad pasmosa, como demostró con Puro Veneno. Luego vuelve a la ciudad con Natikillah para irse de nuevo a ese "jazz latino" que es La Sandunguera, el tema que la hizo más popular.
La hora y media larga que estuvo Peluso sobre el escenario del CAAC sirvió a la chavalería sevillana para acercarse a esa nueva normalidad, que es la misma de antes, pero con algo más de orden. Una noche fresca que anticipa otras muchas en esa pradera de la Cartuja y que la argentina cerró con Delito en unos bises, que en su letra anticipa otras noches que también volverán: "Bailando en la pista sudando alcohol / Me estás perreando el corazón / Bailamos que parece un delito".
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