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El encanto de la intrascendencia
Colección de imágenes El escritor convirtió la fotografía en su mayor afición
Terriblemente tímido, Lewis Carroll, el autor de Alicia en el país de las maravillas, disfrutaba sobre todo en compañía de niñas, a las que se obstinó en retratar con una destreza tal que más de 150 años después le revela como un maestro de la fotografía victoriana.
La profesora de Historia del Arte en la Universidad de Columbia Anne Higonnet ha reunido en Lewis Carroll (Phaidon) una selección de 55 fotografías en blanco y negro de las más de 3.000 que tomó desde 1855 Charles Lutwidge Dogson, más conocido por su seudónimo, Lewis Carroll.
Los procesos químicos que Carroll (1832-1898) tuvo que manejar fueron tan complicados como pocos y primitivos los antecedentes y la información de la que disponía, pero su profundo interés en las nuevas tendencias en las artes aplicadas le animó a cultivar la amistad con sus más conspicuos representantes, a menudo propiciada por su popularidad por los libros de Alicia.
Enfermizamente tímido y a menudo afectado de tartamudez, Carroll disfrutaba, sin embargo, contando historietas y chistes a los críos, a los que el llamaba "niños-amigos", y montando para ellos teatrillos y cuadros vivientes.
Aunque hay cierta discusión de cuándo hizo su primera foto, la fecha que se maneja como más probable es que fuera en 1855, cuando tenía 23 años.
Hacia esos años la fotografía todavía requería una gran dedicación de tiempo, espacio, dinero, precisión, determinación e imaginación por lo que él, que fue profesor de matemáticas en el Christ Church College de Oxford toda su vida, tuvo que inventarse muchos de los procesos.
"Es mi única recreación y me parece que no está mal", decía Carroll, que en los 25 años que se dedicó a fotografiar lo hizo con un concienzudo proceso, que incluía placas de cristal, exposiciones lentas, soluciones químicas y muchos procedimientos que requerían delicadeza y rapidez.
La creación de contactos impresos implicaba que las imágenes finales eran exactamente del mismo tamaño que la placa del negativo, con lo que se realzaba la precisión del detalle, una singularidad que se ha respetado en el libro de Higonnet.
Aunque a veces utilizaba a impresores profesionales, Carroll produjo cerca de 3.000 fotografías, con un rendimiento que fue tan en aumento que en 1863 hizo más de 250 imágenes, de las que al menos sobreviven 2.500 negativos.
Carroll nunca se casó y ese hecho, combinado con la aparente complacencia con la que buscó a sus amigos entre los niños, ha alimentado especulaciones con su vida privada, especialmente sobre la que tuvo con Alice Liddell, la inspiración para Alicia en el país de las maravillas y la modelo de las conocidas fotos como "reina de mayo" y mendiga.
Las fotografías del libro, acompañadas de una breve explicación de Higonnet sobre su significado se centran en sus retratos formales y de niños, aunque también están sus imágenes de paisajes ingleses y de la vida cotidiana.
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