Muere la escritora Rosa Regàs a los 90 años
Ganó en 1994 el Premio Nadal con su novela 'Azul' y en 2001 logró el Planeta con 'La Canción de Dorotea'.
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La escritora Rosa Regàs ha muerto este miércoles a los 90 años de edad en su residencia de la localidad ampurdanesa de Llofriu (Gerona), han informado fuentes próximas a su familia. Regàs ganó
Nacida en Barcelona el 11 de noviembre de 1933,, durante la Segunda República Española, empezó a escribir de forma tardía, pero consiguió ganar tres grandes premios literarios: el Nadal, el Premio Planeta y el Premio Biblioteca Breve.
Tras un primer ensayo publicó en 1991 su primera novela, Memoria de Almator, en la que una mujer muy protegida por su padre, su marido y su amante acaba tomando las riendas de su vida, y en 1994 ganó el Premio Nadal con Azul, una historia de amor entre una mujer casada y un hombre más joven que ella.
En el año 2001 se alzó con el Premio Planeta con una novela de intriga La canción de Dorotea y en 2013 obtuvo el Premio Biblioteca Breve por la novela 'Música de cámara', sobre una mujer que se refugia en su pasión por la música para sobrevivir en el ambiente opresivo de la posguerra.
Hija de familia republicana
Hija del dramaturgo Xavier Regàs i Castells y de Mariona Pagès, hermana del decorador Xavier Regàs, la cocinera y escritora Georgina Regàs y del promotor cultural Oriol Regàs, Rosa Regàs había nacido el 11 de noviembre de 1933 en el seno de una familia republicana.
Durante la Guerra Civil española fue enviada junto con su hermano pequeño a Francia, acogidos como otros niños españoles que huían del conflicto por el pedagogo Célestin Freinet.
De vuelta a España, con seis años, quedó bajo la tutela legal de su abuelo, Miquel Regàs, un hombre de carácter autoritario que la hizo estudiar en un colegio de monjas dominicas en Barcelona.
Posteriormente estudió Filosofía y Letras y se licenció en la especialidad de Filosofía por la Universidad de Barcelona, antes de casarse en 1951 con el fotógrafo Eduard Omedes Rogés, del que se divorciaría después y con el que tuvo cinco hijos.
Editora, traductora...
Antes de dedicarse a la escritura, Regàs trabajó en la editorial Seix Barral, de 1964 a 1970, año en el que fundó la editorial La Gaya Ciencia, sello en el que aparecían libros de literatura, política, economía, filosofía, poesía y arquitectura; las revistas Arquitecturas Bis y Cuadernos de la Gaya Ciencia (1976) y Ediciones Bausán, dedicada a literatura infantil.
Entre 1983 y 1994, ofreció sus servicios como traductora independiente en la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, Nueva York, Nairobi, Washington y París; y en los cuatro años siguientes dirigió el Ateneo Americano de la Casa de América de Madrid.
Directora de la Biblioteca Nacional
La responsabilidad más importante le llegó en 2004, cuando fue nombrada por la entonces ministra de Cultura, Carmen Calvo, directora general de la Biblioteca Nacional de España, cargo que ocupó hasta 2007, y que dejó por falta de confianza del nuevo ministro César Antonio Molina.
La digitalización de obras anteriores a 1931 y la instalación de una escultura dedicada a Machado fueron algunos de sus logros al frente de esta institución, que terminó con la agria polémica por el robo de dos mapamundis "incunables" de la Cosmografía (1482) de Ptolomeo, posteriormente recuperados.
"Con un hombre no se habrían atrevido a esta operación de acoso y derribo", señalaría entonces en una entrevista con EFE, tras las desavenencias con César Antonio Molina.
Obra literaria, del ensayo a la novela y las memorias
Sus inicios en el mundo literario caminaron en paralelo al encargo que le hizo Carlos Trías Sagnier para que escribiera un libro sobre la ciudad de Ginebra, un ensayo sobre la capital calvinista del lago Lemán y sus peculiares habitantes que se publicó en 1987 en la colección Las ciudades de ediciones Destino.
"Nunca le agradeceré suficiente que me obligara a sentarme frente a una máquina de escribir. Dice mucho a favor de su olfato editorial, ya que, si no hubiera sido así, yo no habría ganado el Nadal", había reconocido Regàs.
Ginebra sirvió de catapulta para que unos años después debutara en la novela con Memoria de Almator (1991), que trata del doloroso avanzar hacia la edad adulta, de la soledad que acompaña a este largo peregrinaje y de las hostilidades agazapadas tras los recodos del inevitable camino. Redactada en primera persona, estas memorias están ambientadas en un escenario rural, fácilmente identificable con la comarca del Empordà.
Azul, obra con la que ganó el Premio Nadal tres años después es, en cambio, "una historia de amor, así de simple y así de complicado", según sus propias palabras. La relación amorosa entre dos personas de distintos niveles sociales -una mujer de Barcelona y un chico de Guadalajara-, que durante diez años se desarrolla en Barcelona, Cadaqués, la isla griega de Kastellorizo y Nueva York.
Posteriormente, ganó el Premio Ciudad de Barcelona 1999 con la novela Luna lunera; y el Premio Planeta con La canción de Dorotea, en 2001.
También publicó numerosos artículos, el libro de viajes Viaje a la luz del Cham (1995), el volumen de relatos Pobre corazón (1996), así como cuentos en antologías.
Rosa Regàs, que fue la primera ganadora del Planeta en la edición en la que la cuantía del premio ascendió a 100 millones de las antiguas pesetas, unos 600.000 euros, se integró en el jurado de este galardón en 2003 en sustitución del fallecido Terenci Moix.
Su notoriedad pública aún fue mayor cuando publicó su libro memorialístico Diario de una abuela de verano. El paso del tiempo (2004), que recogía su experiencia vivida en una masía ampurdanesa en convivencia durante las vacaciones escolares con sus nietos. El texto fue llevado a la pequeña pantalla por TVE en la serie Abuela de verano, en la que Rosa María Sardà intepretaba a Regàs.
Su última novela fue Música de cámara (2013), aunque en los últimos años había escrito más ensayo, como Contra la tiranía del dinero (2012) y Una larga adolescencia (2015).
En 2024, ya con 90 años publicó su último libro, Un legado, en el que daba cuenta con detalle de los episodios cruciales de su vida y de su paso por el sector editorial y cultural, con mención especial a amigos como Juan Benet, Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma.
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