Adiós a Chiquetete, la gran estrella de la canción flamenca de masas

Sevilla/"Esta cobardía de mi amor por ella / hace que la vea igual que a una estrella...". ¿Quién no ha escuchado estas palabras y se ha sentido empujado a seguir cantando? Con sus canciones inflamadas de amores arrebatados y sus sevillanas bailadas hasta la saciedad en fiestas y casetas de Feria, Chiquetete se instaló en el imaginario popular.

Su muerte en Sevilla durante la madrugada del domingo deja un gran vacío en el flamenco, especialmente en la canción flamenca, género que prácticamente creó él y que durante los años 80 lo convirtió en rey de las emisoras de radio de música española.

Antonio Cortés Pantoja, Chiquetete, fallecido en la madrugada de este domingo a los 70 años a consecuencia de la dolencia cardíaca que padecía y por la que había sido intervenido varias veces en los últimos años. Fuentes de la familia han explicado que el artista había sido operado el jueves de la semana pasada de un problema de cadera, mientras se recuperaba de otra operación por una angina de pecho.

Un ataque al corazón, precisaron estas fuentes, acabó con su vida. Pese a sus problemas de salud, seguía en activo y tenía previsto actuar el próximo día 29 en una gala en San Juan de Aznalfarache, en el Aljarafe sevillano.

Nacido en Algeciras en 1948, Chiquetete se trasladó muy joven con su familia a la sevillana barriada del Tardón, donde residían artistas flamencos y familiares como su tío y padre de Isabel Pantoja, que fue quien le puso el nombre con el que disfrutaría de la fama.

Comenzó su carrera a los 12 años como miembro de Los Algecireños, posteriormente llamado Los Gitanillos del Tardón, siempre como cantaor, hasta que en los años 80 dio el giro estilístico que supuso su gran despegue.

Esa cobardía, epítome de la balada romántica de molde flamenco de la que fue pionero, lo hizo acreedor en 1985 de un Grammy, además de asaltar el primer puesto de Los 40 Principales. Por logros así –hasta entonces inéditos– es considerado el gran responsable de abrir el cante flamenco a nuevos públicos y acercarlo al pop masivo.

Aprende a soñar (1982) y Ser amante (1983) fueron Disco de Platino en España y le reportaron una enorme fama en Hispanoamérica, además de la posibilidad de girar por Estados Unidos en 1986. Fueron los años en los que tocó su cima.

Arruinado tras esos años de vino y rosas, en 1992 volvió a cantar flamenco y actuó en foros de prestigio como la Bienal de Flamenco de Sevilla, pero sin recuperar ya nunca el pasado esplendor comercial. Su actividad fue volviéndose cada vez más esporádica y diluyéndose en los estruendosos circos catódicos de la prensa del corazón, que no pasaron por alto los escándalos de su vida privada (entre ellos, una condena por malos tratos).

Contrajo matrimonio en dos ocasiones: con Amparo Cazalla, con quien tuvo tres hijos (Antonio, Francisco Javier y Rocío), y posteriormente con Raquel Bollo, con la que tuvo otros dos (Manuel Álvaro y Alma). Separado de nuevo, a su muerte estaba unido a Carmen Álvarez Gahona.