'El mar nos mira de lejos', un retrato de la humanidad y el mito de Doñana

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El sevillano Manuel Muñoz Rivas compite en el SEFF con una emotiva película sobre los habitantes del parque natural

Manuel Muñoz Rivas presentó ayer en su ciudad natal un largometraje que ya se vio en la Berlinale y en el festival Cinespaña de Toulouse.
Manuel Muñoz Rivas presentó ayer en su ciudad natal un largometraje que ya se vio en la Berlinale y en el festival Cinespaña de Toulouse. / Juan Carlos Vázquez
Braulio Ortiz

07 de noviembre 2017 - 08:00

Sevilla/Editor y guionista, hasta el momento, de aplaudidas propuestas como Arraianos o Dead Slow Ahead, el sevillano Manuel Muñoz Rivas llevaba años preparando como director su debut en el largometraje, El mar nos mira de lejos, una película ambientada en los sugerentes paisajes de Doñana que se programó en el Forum de la Berlinale, ganó el premio al mejor documental en el Festival Cinespaña de Toulouse y se presentó ayer dentro de la Sección Oficial en el SEFF. "Las primeras tentativas son de hace bastantes años", recuerda el cineasta, que concibió en esa larga gestación el proyecto como un recipiente "en el que iba vertiendo detalles que salían al paso y que me parecían interesantes. No había planes concretos", comenta el realizador. Pronto se perfilarían dos planos en los que iría trabajando: por un lado, la dimensión mitológica de un territorio donde se siente la huella de Tartessos -se cree que esa antigua civilización permanece enterrada bajo las dunas-, y la antropológica, que permitiría a la cámara de Muñoz Rivas retratar los rostros y los movimientos de trabajadores y habitantes de la zona. "Me interesaba poner en relación un tiempo de siglos frente a historias precisas, cotidianas: un verano que pasa, el relato de una amistad", apunta el autor, que logra momentos de verdadera emoción en el acercamiento a estos personajes que desprenden una genuina humanidad. Una voz en off a cargo del actor Sebastián Haro recrea en breves pasajes una expedición que se afanó en excavar sin fortuna aquellas tierras en busca de vestigios del esplendor pasado. "Cuando supe de aquellos arqueólogos, encontré cierta resonancia, cierto parentesco, con lo que yo estaba haciendo allí", opina el director, a quien le interesaban los hombres y mujeres que viven el parque natural, "no los animales, porque eso ya se ha filmado mucho".

Como otros compañeros de generación con los que comparte una sensibilidad afín, Muñoz Rivas utiliza unas maneras cercanas al documental para una obra que trasciende las convenciones del género. "No trabajaba desde la voluntad de documentar la realidad. Los hechos no me interesaban, eran más una materia prima de la que partir. Digamos que primero encuentro las localizaciones y los personajes, y luego voy al encuentro de la película". Una observación que matiza Mauro Herce, que ha contado con Muñoz Rivas en sus proyectos como director y aquí se encarga de la fotografía. "No es una película que improvisáramos, que sale de la nada, hay mucho trabajo detrás. Yo llegué a leer una versión del guión que era ficción. Hemos pasado mucho tiempo tratando de aprender, no sólo del lugar, también de nosotros. Pensamos, al fin y al cabo, que esto del cine tiene que ver con la vida".

El mar nos mira de lejos, que se estrena en enero en los cines, tuvo un rodaje complicado debido a las privilegiadas localizaciones que posee. "Hubo buena voluntad", reconoce el productor José Manuel Rodríguez, "pero Doñana lo gestionan distintas entidades y no siempre había buena comunicación entre ellas, igual teníamos un permiso y no nos dejaban grabar. Ahora, hay responsables del parque que quieren tomar nuestra película como una punta de lanza para que filmar en Doñana sea a partir de ahora más sencillo".

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