"El mercado del flamenco se ha profesionalizado con el tiempo"
Mª Ángeles Carrasco. directora del Instituto Andaluz del Flamenco
La nueva temporada de 'Flamenco Viene del Sur' arranca el miércoles en el Teatro Central con la presentación del ballet sobre el Concurso de Cante Jondo que impulsaron Falla y Zuloaga.
La cita que marcó el rumbo del flamenco en la Granada de 1922, el Concurso de Cante Jondo liderado por Manuel de Falla, contó con el impulso de Zuloaga y de un joven Federico García Lorca, entre una larga lista de intelectuales de la época. Le rinde homenaje ahora el nuevo espectáculo del Ballet Flamenco de Andalucía (BFA) que, dirigido por Rafaela Carrasco, se presenta el miércoles en el Teatro Central, donde inaugura la decimoséptima edición de Flamenco Viene del Sur.
-En la memoria del Cante: 1922 es uno de los proyectos más importantes del Instituto Andaluz del Flamenco (IAF). ¿Se consolida con esta producción el modelo de un Ballet Andaluz con dirección rotatoria cada dos años y una gira internacional?
-Los resultados obtenidos en los dos años que ha durado la etapa de Rubén Olmo al frente del BFA, con la gira internacional de Metáfora y Llanto (se ofrecieron más de 120 funciones en España y el extranjero), nos animaron a seguir en esta dirección. Pero, además, en la convocatoria pública en la que una comisión de expertos eligió el espectáculo que ahora tendrá su máximo examen en el Teatro Central, y que se presentará el Día de Andalucía en el Festival de Jerez, En la memoria del Cante: 1922, de Rafaela Carrasco, nos sorprendió la cantidad y calidad de los proyectos presentados, pese a que todo estaba más acotado: los presupuestos eran más ajustados y había que abordar la figura de Lorca. Eso nos confirmó en la validez del modelo. La propuesta de Rafaela Carrasco, personal y contemporánea, es excelente.
-¿Cómo se diseñó la nueva edición de Flamenco Viene del Sur?
-Este ciclo comenzó hace 17 años en los tres teatros que gestiona la Junta de Andalucía (Central, Cánovas y Alhambra) y, aunque ha tenido diferentes etapas, este año vuelve a consolidarse la oferta en esos espacios a la par que llega a las ocho provincias colaborando con municipios que necesitan un empujón en sus programaciones flamencas. Los proyectos se seleccionaron en una convocatoria que se publicó en el BOJA, donde se especificaban las características de la programación y los tres grupos de caché que establecíamos. Recibimos 204 propuestas, una veintena más que el año anterior. Además de la paridad -un compromiso con la igualdad que no es necesario forzar porque hay muchas mujeres en el flamenco, como cabezas de cartel y como artistas colaboradoras- intentamos que haya un equilibrio entre tradición y vanguardia, entre veteranía y juventud -como muestra el cartel El ayer y el hoy, que reúne el 11 de marzo en el Central a una leyenda viva del cante como Rancapino con su hijo- y que se dé cabida a propuestas novedosas, como ocurre con Flamenco en Black&White, un cartel compartido donde reunimos a la pianista Ariadna Castellanos con el cantaor Churumbaque, a quien acompañará Niño de Pura, una de las mejores guitarras que tenemos y que avala así a este joven al que suele llevar en sus conciertos. Por supuesto, no faltan los nombres que el público demanda más, como Mayte Martín, que abre este ciclo en Granada el día 24 para presentar un disco precioso, Por los muertos del cante, o como la jerezana La Macanita, que inaugurará Flamenco Viene del Sur en el Teatro Cervantes de Málaga el próximo viernes 21.
-Con Rocío Márquez arrancarán el día 25 los martes flamencos del Central. ¿Por qué eligieron a la cantaora onubense para inaugurar esta temporada?
-Su propuesta se centra en su nuevo disco, Claridad, y es un recorrido elegante y clásico por los palos tradicionales. Rocío Márquez acaba de sorprender a todos en el Auditorio Nacional de Madrid dentro de nuestro programa anual Andalucía Flamenca, donde actuó junto a Carmen Linares. Rocío Márquez se encuentra en un momento muy hermoso, estudia muchísimo, y desde el IAF quisimos darle esta oportunidad de inaugurar la temporada de conciertos. Tras ella, Andrés Marín presentará el 4 de marzo el más intimista de sus espectáculos, OP. 24. Habrá más baile en el cartel de Sevilla con Lunares de almidón de Milagros Mengíbar (25 de marzo), el regreso del gaditano Juan José Jaén El Junco con Mirando al pasado (1 de abril) y los Siete balcones que presentará Jesús Carmona con su propia compañía (8 de abril). Un programa curioso es Dos mujeres tocaoras, que reunirá a las guitarristas Antonia Jiménez y Marta Robles en el Central el 22 de abril. Además, el IAF participa en la selección de Enrédate para municipios más pequeños, cuya nueva convocatoria acaba de salir: Dorantes, por ejemplo, actuó en Lebrija con este programa, con el que José Menese llegará pronto a Pozoblanco.
-El próximo viernes arranca una nueva edición del Festival de Jerez. ¿De qué manera se implican en este importante evento?
-El Festival de Jerez es, como la Bienal de Sevilla, una cita fundamental del calendario jondo. Además de programar el espectáculo del BFA aportamos 75.000 euros al caché de las compañías que ha programado el festival jerezano y mantenemos el Centro Andaluz de Flamenco (CAF) permanentemente abierto, reforzando todas sus actividades y su personal, de modo que es una sede más de la muestra.
-¿Ha afectado la crisis al programa de digitalización de archivos?
-Seguimos digitalizando los proyectos que han suscrito convenios con nosotros, como ha ocurrido con el Festival de Jerez o con la Bienal de Sevilla, lo que ha animado a muchas peñas a ordenar sus archivos para solicitarnos que los preservemos en ese formato. En este sentido, acabamos de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Morón, que va a crear un espacio para el flamenco en la localidad, y se van a digitalizar cartelerías, grabaciones de festivales, fiestas privadas... Será una labor ingente.
-¿Por qué, en tiempos tan complicados para la cultura en España, pone el IAF tanto énfasis en la promoción exterior del flamenco?
-Destinamos 876.000 euros a la internacionalización del flamenco porque es en realidad un dinero invertido al cien por cien en las compañías andaluzas, en generar empleo para ellas. Y se hace en el exterior porque la demanda interior no es capaz de absorber toda la oferta de calidad que tenemos, que es cada vez mayor. El objetivo es propiciar alianzas para ir abriendo huecos al flamenco y facilitar la contratación de los artistas andaluces, como ha ocurrido con nuestra colaboración en Nueva York con el Flamenco Festival, por ejemplo. Buscamos socios que cada vez vayan adquiriendo mayor autonomía. El caso paradigmático es Francia. Allí no sólo se han consolidado festivales como los de Nîmes y Mont-de-Marsan. El año pasado se celebró con tremendo éxito la primera Bienal de Flamenco en el teatro Chaillot de París, un templo de las artes escénicas, y su director viaja ahora al Festival de Jerez, donde mantendremos una reunión para hablar de lo avanzada que tiene ya la Bienal de 2015. Además, Israel Galván es artista residente del Théâtre de La Ville y en París cada teatro está buscando el flamenco (más racial, vanguardista, clásico o contemporáneo) que mejor encaja con su oferta. Sin duda, esta apertura internacional de las compañías tiene mucho que ver con un cambio en su modelo de gestión. El mercado del flamenco se ha profesionalizado con el tiempo. No hay prácticamente riesgo en la contratación de cualquier compañía andaluza y hay mucho trabajo e investigación detrás de cada artista flamenco.
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