Manuel Rivas, Premio Nacional de las Letras 2024 en Sevilla: "Para mí escribir es como respirar"
El escritor presenta mañana, miércoles 30 de octubre, su novela 'Detrás del cielo' (Alfaguara) en la Feria del Libro de Sevilla
Manuel Rivas, Premio Nacional de las Letras 2024
"-Esto no es clima. ¡Es mal tiempo! Una mierda de tiempo", dice uno de los personajes de la última novela de Manuel Rivas, Detrás del cielo (Alfaguara), al comienzo de la obra. Casi como un presagio de la lluviosa mañana en la que el escritor gallego ha sido galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2024. El autor ha recibido la noticia mirando la tormenta desde la ventana de su hotel en Sevilla, ciudad que está visitando con motivo de la presentación de su nuevo texto en la Feria del Libro. De repente sonó el teléfono, sacándolo del ensimismamiento, "y pensé que era un primo mío que hace imitaciones, pero no, resultó que era el ministro de Cultura, Ernest Urtasun", ha bromeado el narrador, quien ha recalcado que para él "escribir es como respirar, como andar campo a través, una vía para luchar contra la propia estupidez y un estado de descubrimiento permanente".
El coruñés, que presenta Detrás del cielo mañana, miércoles 30 de octubre a las 18:00 horas, se ha mostrado agradecido por el galardón. Humilde en sus palabras, ha recalcado que "la literatura, la cultura y las lenguas no son para competir, sino para compartir". Algo que también ocurre con las tradiciones en todos sus sentidos. Desde la popular, relacionada con el humor y la costumbre, que actúa como una suerte "de resistencia". Hasta la literaria. Esa que "te permite volar y brotar" gracias a los escritores y escritoras que la conforman. "Este premio es un agradecimiento a ese vivero de autores", ha señalado Rivas.
Haciendo un ejercicio de memoria, el creador de ¿Qué me quieres, amor?, El lápiz del carpintero y Los libros arden mal ha recitado los versos del primer poema que confeccionó con 15 años: "De hablar, hablaré con la tierra, / con la negra tierra, / con esa tierra que escupe / como sangre del pecho, primaveras". Composición que marcó el "punto zero" del que arrancó el "sueño de ser escritor" de un adolescente que, entonces, colaboraba como meritorio en un periódico, encargándose de hacer recados y de pasar a limpio las crónicas de comarcas. Cincuenta años después, Rivas ha apuntado que sigue siendo "ese aprendiz" que ha incrementado su "lógica del asombro" ante el ser humano, pero también ante el salvajismo de la naturaleza.
Contundente en cuanto a su forma de pensar y acostumbrado a entrar en el fango ante las injusticias que proliferan en la sociedad, el coruñés ha incidido en que -en tiempos de confrontación- "la literatura sirve para desactivar el odio que provoca el incendio" y es "un acto de resistencia". De este modo, ha puesto el foco en la "multipolaridad" que tiñe Europa, "un espacio de ilusión" que ha dado un vuelco en los últimos años debido al auge del miedo: "Antes las conversaciones terminaban con un otro mundo es posible y ahora finalizan con otro fin del mundo es posible".
Una novela que retrata la violencia contra el ser humano y la naturaleza
En cuanto a Detrás del cielo, se trata de su primera novela después de diez años dedicados a la poesía -"la célula madre de todo"-, a los artículos de opinión y a los ensayos. Con un eje centrado en "una cacería de animales", los episodios que se narran dan paso a la tensión, la violencia y la frustración. Un retrato de la depredación social y natural que impera desde hace años en la Galicia más rural. Una obra noir que atañe a la violencia de las personas, a la caza del ser humano por sus semejantes, pero también a los animales y a la naturaleza. El narrador ha manifestado que utiliza los libros -y la literatura en general- para dar forma al "lado oscuro que no puede explicarse con una tesis, un discurso o un sermón". Lejos de estereotipos, de bueno y malos, de simplezas estilísticas. "Procuro que la literatura refleje nuestra complejidad, me interesa el matiz y las fragilidades humanas. Hay seres que se piensan muy firmes y, de repente, se rompen", ha indicado Rivas.
También ha definido su nueva novela como un "almeiro", término gallego que hace referencia a un lugar de la naturaleza "donde la vida se mantiene y continúa". Lo opuesto -el contrapunto- se conoce como "marca do miedo" y de él huyen los seres vivos. "En nuestra sociedad tenemos la pulsión del deseo, pero también de la muerte. Hay momentos en los que domina la excitación destructiva", ha matizado el escritor quien ha sugerido que la obra retrata "esta pugna" en la que espera que siempre gane "la pulsión creativa".
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