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En lucha contra los dioses

Proyecto Ocnos produce y publica su primer álbum discográfico, un trabajo en trío que se centra en recorrer la influencia del folclore en algunos grandes compositores del siglo XX.

El guitarrista Pedro Rojas Ogáyar (a la izquierda) y el clarinetista Gustavo A. Domínguez Ojalvo son los fundadores de Proyecto Ocnos.
Pablo J. Vayón

19 de junio 2016 - 05:00

MARSIAS. Proyecto Ocnos. www.proyectoocnos.com

Se cuenta que al poco de que la diosa Atenea inventara la flauta (o por ser más estrictos, el aulós) la lanzó lejos de sí, horrorizada al comprobar que el soplido le deformaba la boca. La recogió Marsias, un sátiro frigio, que se convirtió en tal virtuoso del instrumento que al oír a Apolo tañendo su lira se sintió con fuerzas para desafiarlo a un duelo musical. El dios aceptó el reto con la condición de que el perdedor quedase a merced del vencedor. Considerado ganador por un jurado parcial (las musas), Apolo, irritado aún por la insolencia de su rival, ató a Marsias a un árbol y lo desolló vivo. Su muerte causó un duelo universal. Los faunos, sátiros, silenos, ninfas y dríades le lloraron tanto que sus lágrimas acabaron formando en Frigia un río que recibió el nombre de Marsias. Otra versión de la leyenda cuenta que fue el propio Apolo, arrepentido, el que hizo que se formase el río.

"Para Luis Cernuda, en un breve poema en prosa adjunto a Ocnos, Marsias es la inocencia pura. No reta al dios por vanidad, sino por ingenuidad", comenta el clarinetista sevillano Gustavo A. Domínguez, uno de los dos miembros fundadores de Proyecto Ocnos. En la Grecia clásica, la lira de Apolo representaba la cultura urbana, la unión de la poesía y la música en el canto, mientras que la flauta encarnaba el universo rural y popular. "Utilizamos esta dualidad para trasladar la metáfora mitológica al siglo XX. Como Marsias desafiaba a Apolo, el mundo del folclore desafió también al canon clásico", añade el guitarrista jiennense Pedro Rojas, el otro fundador del grupo. Surgió así el primer programa que el cernudiano conjunto presentó en público y que ahora acaba de editar en formato CD.

"Estructuramos el disco partiendo de Berio y sus Folksongs, esto es, del uso directo del folclore. Luego, seguimos con su influencia en los Cantares de Roberto Gerhard. A continuación, introdujimos un bloque de carácter orientalista, con las Canciones chinas de Britten, una pieza de John Cage (no exactamente de origen folclórico, pero la influencia de la cultura oriental en la música de Cage es bien conocida) y una obra de Takemitsu. Al final tratamos de mostrar cómo el folclore no afectó sólo a la periferia europea y sus nacionalismos, sino al mismo corazón de la cultura occidental, y por eso las obras de Frank Martin, Paul Dessau y Mahler. Vamos también un poco hacia atrás, a los orígenes, pues el Urlicht de Mahler sale de esa recopilación de poemas populares hecha en el siglo XIX titulada Des Knaben Wunderhorn", justifica Domínguez.

Dada la naturaleza de su primer programa, la primera decisión que tuvo que tomar el dúo fue incorporar un cantante, y optaron por invitar a la soprano sevillana Rocío de Frutos, especializada en música antigua, que se ha convertido ya en compañera habitual: "La forma de trabajar la voz que tienen los cantantes de música antigua se ajusta mejor a nuestra forma de entender el repertorio. No veíamos este programa con una diva lírica", apunta Rojas. "Buscábamos a alguien que por el timbre, la emisión o la costumbre de hacer música de cámara se acercara a nuestras ideas con respecto a estas obras, y Rocío cumplía con todo eso", añade su compañero.

La grabación se gestó de forma natural, pues "nos dimos cuenta de que el programa era convincente en el concepto y coherente en lo musical", dice el clarinetista sevillano, y remata el guitarrista: "Es nuestra carta de presentación. Recoge nuestro trabajo y es una forma de defenderlo. Pensamos que este producto puede facilitar nuestra presencia en ciclos y festivales. Deseamos convencer a los programadores de que esto funciona". Pese a ello, Domínguez es consciente de las dificultades: "El programa se mueve en tierra de nadie: demasiado inocente para los programadores de contemporánea; demasiado arriesgado para los clásicos". Rojas considera en cualquier caso que "Marsias no es un disco de contemporánea. Es la labor de un grupo de contemporánea para acercar ambos mundos: el clásico y el contemporáneo. Los programadores tienen que abrir un poquito los oídos, porque ahí hay un público llamémoslo clásico que estaría interesado por esta música del siglo XX".

Para el próximo curso, Proyecto Ocnos pretende trasladar su ciclo de conciertos, que ha conocido dos ediciones en la Fundación Valentín de Madariaga, al centro de Sevilla. Aspiran a llevar conciertos al Cicus y a alguna de las salas municipales del ICAS (Espacio Turina, Santa Clara). De cualquier modo, están convencidos de que algo tiene que cambiar en el formato tradicional del concierto. "En este sentido, creo que estamos haciendo las cosas bien -comenta Gustavo Domínguez-. Tratamos de plantear los conciertos en entornos interdisciplinares en los que no sea extraño el diálogo con el público. A veces piensas que hay mucho esfuerzo detrás que parece baldío, pero a mí con que al final de nuestros conciertos vengan dos, tres espectadores a decirnos que le hemos descubierto algo que no conocían, ya me compensa". "Hay público de sobra, gente con sensibilidad que está esperando que se le acerque la música de su tiempo. Y en eso seguimos", remacha el guitarrista de Jaén.

De momento, el curso 2016-17 arranca para Proyecto Ocnos con fuerza: "Estaremos en el Festival de Tres Cantos con Urpflanze, otro de nuestros programas que mejor funciona, incorporando un estreno de Sergio Blardony. Espadaña va muy bien en los entornos más contemporáneos. Nos lo han pedido del EMA (Festival de Música Actual de Madrid) y en septiembre lo haremos en Pamplona. Poco a poco, notamos que nuestro trabajo se va dignificando, y ya podemos hacer encargos. Presentaremos dos nuevos programas: Entropías, que incluye música de Lachenman y Murail junto a dos estrenos de Nuria Núñez y Germán Alonso. Lo estrenaremos en Vigo, y luego lo haremos en nuestro ciclo de Sevilla, junto a la versión nueva de Urpflanze y otra presentación importante, un programa en el que se nos unirá también Rocío, una viola, una flauta y un actor. Será música del siglo XX a partir de Shakespeare y Cervantes, e incluirá un estreno de Alberto Carretero. Lo haremos también en Huesca y en Madrid. Nos hemos tirado dos años buscando la dignidad de nuestro trabajo. Ya la hemos conseguido. Ahora trabajamos en buenas condiciones. Buscamos dar otro paso. Ambicionamos más proyectos, con más músicos, y esperamos que aparezcan las instituciones, sin las cuales en nuestro entorno todo es mucho más difícil". La historia reciente de la música española es constatación de esto último. Es como Marsias enfrentado otra vez al dios, y con el árbitro comprado.

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