"Lo que tengo no lo he logrado aquí"
Antonio Banderas recoge en el Lope de Vega el Premio RTVA y lanza un mensaje de "ilusión y trabajo" a los profesionales del cine ante el "drama" de los recortes de las ayudas públicas a la producción
El Festival de Cine entregó ayer a Antonio Banderas el Premio RTVA, que anualmente concede la televisión pública en reconocimiento a una carrera profesional y que en esta ocasión, matizó su director, Pablo Carrasco, también se le otorga por "cómo la ha hecho". Y es que el actor malagueño -además de productor, director y últimamente incluso fotógrafo, ya que le gusta "la imagen de hombre renacentista"- no sólo "no ha dejado de ejercer de andaluz a pesar de ser una estrella internacional", destacó Carrasco, encargado de darle el galardón en una gala nocturna en el Teatro Lope de Vega. Lo más importante, agregó, es que "el cine andaluz no sería lo mismo sin él".
Relajado y -según reconoció- algo cansado, aunque en todo momento acusadamente amable, el actor se mostró "muy agradecido" por el reconocimiento. "Es difícil y bonito que te premien en tu tierra. Difícil, porque te dejan en deuda", dijo Banderas. Quizás por eso lo primero que quiso hacer al tomar la palabra fue lanzar "un mensaje de ilusión y trabajo" a los profesionales del sector, también a los anónimos, que afrontan con zozobra el futuro de un modelo de producción que depende sustancialmente de ayudas públicas que han sufrido recortes "irreversibles".
"Si persiste esta situación nos vamos al garete", insistió para explicar por qué esos recortes le parecen "lógicos". "El mundo entero está en un hoyo, y da la impresión de que nos podemos pegar un talegazo aún más importante", dijo Banderas. En este contexto, y con el consejero de Cultura Paulino Plata escuchándolo en la primera fila de la abarrotada sala de prensa del Casino, el actor admitió que no conoce la solución a estos retos, pero abogó por tener "al menos la oportunidad de ver juntos cómo le metemos mano a esto para que no se nos caiga la casa y se quede la gente en el paro, que es lo que va a pasar".
Y es que hasta Plata "lo pasa mal" con estos recortes. "Ya nos gustaría a todos tener presupuestos inagotables", dijo en un guiño al consejero, buen amigo suyo. En cualquier caso, Banderas asumió que no vive "tanto este drama". "Yo lo que tengo no lo he conseguido aquí, lo he conseguido en otro país; yo aquí vengo a gastármelo y a disfrutar", afirmó la estrella malagueña.
En realidad, matizó, también a trabajar, aunque en proyectos más satisfactorios o más personales, como El camino de los ingleses, su segunda película como director, que calificó de "experimental". O el acuerdo entre su productora, Green Moon, y la granadina Kandor Graphics, que ha dado frutos como las cintas de animación El lince perdido (ganadora de un Goya) y La dama y la muerte (que se hizo con el mismo galardón y fue nominada a los Oscar); y que da empleo a un centenar de personas, algo fundamental para él, que tiene una "fe absoluta" en el "talento de los jóvenes andaluces". "El público cree que el mundo del cine es lo que he hecho yo antes: salir del Mercedes, caminar por una alfombra roja y saludar. Y no es así. El cine da trabajo a mucha gente que no se ve: electricistas, carpinteros, iluminadores...", afirmó el actor, "orgulloso" de contribuir a que muchos de ellos tengan cabida en sus proyectos, como el siguiente filme de esta alianza empresarial, que se está dibujando ya y llevará por título Golem.
De los próximos en los que él se implicará o ya está implicado habló también el actor, alternando el tono grave con las bromas coloquiales y los previsibles elogios al festival, "que tiene todas las de ganar" aunque "como los buenos vinos necesita años para ir asentándose", y a Sevilla, que es "en sí misma un plató de cine".
Sobre La piel que habito, su tan comentado regreso al universo Almodóvar, no pudo decir más de lo que ya se sabe: en ella encarna a un cirujano plástico que sufre una psicopatía y que planea una venganza "fría y metódica". "Es difícil trabajar con Pedro. Manda mucho y a todo el mundo", comentó sobre el reencuentro, que no obstante ha "solidificado" la amistad entre ambos porque él a un rodaje nunca va a "divertirse", sino a "pelearse" consigo mismo. También lamentó los problemas financieros para sacar adelante su película "épica y romántica" sobre Boabdil, una producción "cara", y más "en estos momentos". Y adelantó algunos detalles de Solo, la próxima película que dirigirá. Se rodará en Málaga y en inglés, con guión de Bruce McKenna (Hermanos de sangre), y contará la historia de un soldado español que vuelve de una misión con estrés postraumático; en el proceso de curación, explicó, le ocurre "algo", "una conexión extraordinaria", lo que acercará el filme a la ciencia ficción, aunque a Banderas le interesa también plantear a partir de ese molde genérico una "reflexión filosófica" sobre la soledad.
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