Todo llega a su fin

Con El otro lado de la locura culmina la recopilación en tomo de la fenomenal etapa de David Michelinie, John Romita Jr. y Bob Layton al frente de la cabecera The Invincible Iron Man, considerada por muchos -entre los que me incluyo- el mejor conjunto de episodios de toda la bibliografía del vengador dorado. En total han sido cinco volúmenes de la colección Marvel Gold de Panini: A merced de mis amigos, El demonio en una botella, El héroe interior, La caída del pozo estelar y este que nos ocupa, entre los cuales comprenden los números de la serie original desde el 113 (agosto de 1978) hasta el 157 (abril de 1982). Por si alguien no lo sabe o no lo recuerda, el citado equipo creativo se reunió por primera vez en el número 116 y se despidió oficialmente de los lectores en el 154, con el abandono de Layton. Muy pronto le seguirían Romita Jr. y Michelinie.

El presente tomo contiene los números 149 a 157 y se abre con una de las peripecias más recordadas de toda la etapa, el accidentado viaje de Iron Man y el Doctor Muerte a la Camelot del rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda. Son casi sesenta páginas de acción y aventura, que ejemplifican la extraordinaria química del trío artístico, en plenitud de facultades. Pero son también un palmario canto del cisne, pues el resto de episodios dejan traslucir el agotamiento de la fórmula narrativa. Lejos quedan ya los tiempos en que el interés de la serie residía en la caracterización de personajes, en la fragilidad de Tony Stark y la fortaleza de Bethany Cabe -quienes, por cierto, ponen aquí punto final a su romance, especie de hilo argumental de toda la etapa-, y apenas permanecen rescoldos de la energía argumental de los primeros números, en los que la sorpresa era norma. Con todo, el adiós de Michelinie, Romita Jr. y Layton es notable y aún depara emoción y dinamismo. Al acorazado protagonista se suman los habituales James Rhodes, el Hombre Hormiga, el Láser Viviente o el Unicornio, y se nos regala un vistazo a una molona armadura de camuflaje, que se añade al interminable fondo de armario del superhéroe.