Aquellos idealizados ochenta
La niña de la cabra | Crítica

La ficha
** 'La niña de la cabra'. Drama, España, 2025, 95 min. Dirección y guion: Ana Asensio. Fotografía: David Tudela. Música: Marius Leftarache. Intérpretes: Alessandra González, Juncal Fernández, Lorena López, Javier Pereira, Enrique Villén, Gloria Muñoz.
Como en la reciente Rita, de Paz Vega, este segundo largo de Ana Asensio (Most beautiful island) también regresa a la España de los ochenta desde la mirada de una niña en pleno proceso de descubrimiento del mundo (adulto) y con ese punto autobiográfico que tiende a confundir la realidad o la memoria con la nostalgia.
Aquí al menos nos ahorramos la perspectiva de agenda sobre la violencia de género intrafamiliar con un tratamiento de cuento de ocasional vuelo onírico que pone su foco en el duelo de una cándida niña de barrio y clase trabajadora que, tras la muerte de su abuela, emprende una salida al exterior de la carcasa familiar que se materializa en el encuentro con otra niña de etnia gitana que se gana la vida en las calles con el espectáculo de la cabra.
Asensio aspira a construir una mirada impresionista y subjetiva, dejando en segundo y desenfocado plano a padres y adultos (profesores, el cura…), para acompañar a su joven protagonista por un mundo costumbrista por el que se cuelan los ecos del arte (Goya) o los retazos del sueño entendido como fantasía cinéfila o pesadilla en blanco y negro.
Todo resulta así tan previsible como romo y acolchado, con esa voluntad lírica que busca antes el tono de fábula que la confrontación con lo real. Una prescindible voz adulta entra y sale del relato para apuntar algunas obviedades y un largo tramo de escapada e intimidad entre nuestras dos tiernas niñas insiste demasiado en lo que ya sabíamos de ese proceso de transición y revelación que este filme termina idealizando.
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