Las joyas de la duquesa de Alba

El Retrato del Canónigo Miranda de Bartolomé Esteban Murillo será uno de los grandes atractivos de la exposición La colección de la Casa de Alba, que se celebrará el próximo otoño en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, según han confirmado fuentes de la Fundación Casa de Alba a este periódico. Este cuadro, realizado por el pintor sevillano en 1680 con claras influencias de Velázquez y Van Dyck, es uno de los mejores ejemplos del buen hacer de Murillo como retratista, vertiente que no se puede apreciar con claridad en la pinacoteca hispalense, casi monográfica del Murillo religioso. El lienzo, conservado en el Palacio de Liria, forma parte del conjunto de obras que se expondrán en la pinacoteca sevillana junto a joyas familiares (como la diadema perteneciente a Eugenia de Montijo), tapices gobelinos, muebles de estilo napoleónico, armaduras (como la que perteneció al Conde-Duque de Olivares) y otros documentos históricos que ayudarán al visitante a contextualizar el itinerario pictórico.

Pese a que el estado de conservación de las piezas que viajan a Sevilla es "muy bueno", como indican estas mismas fuentes, algunas de ellas serán objeto de limpieza por parte de los técnicos del Museo de Bellas Artes o del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Por esta razón, los conservadores de la Fundación Casa de Alba no han dado por cerrado todavía el catálogo de la muestra, que están realizando junto con sus homólogos de la pinacoteca sevillana, Valme Muñoz e Ignacio Hermoso, y que será financiado a partes iguales por Cajasol y la Junta de Andalucía.

El delegado provincial de la Consejería de Cultura, Bernardo Bueno, anunció en su día que en Sevilla se expondrá "lo mejor" del patrimonio de la Casa de Alba, calificativo que responde a una serie de pinturas hasta ahora conocidas de modo parcial, como por ejemplo Paisaje con fortín, uno de los quince escenarios naturales que pintó Rembrandt y que cuelga de una de las estancias del palacio madrileño.

Por su carácter excepcional, destaca también el cuadro La Virgen de la Granada, de Fra Angelico, que junto con La Anunciación, expuesta en el Museo del Prado, es uno de los pocos ejemplos del autor renacentista italiano que se conservan en España.

El Retrato del Gran Duque de Alba, de Tiziano; La infanta Margarita de Diego de Velázquez; El marqués de Aytona a caballo, de Van Dyck así como diversas pinturas de Rubens integran una de las colecciones privadas más ricas del mundo, en la que también se encuentran pinturas italianas como La expulsión del paraíso de Andrea Vaccari o Natividad o Sagrada Familia de Pietro Perugino. Además, entre las piezas que podrían abandonar temporalmente su ubicación en el Palacio de Las Dueñas en Sevilla para formar parte de esta exposición figura La coronación de espinas de José de Ribera.

Esta nómina de artistas de primer nivel pone de manifiesto la indudable dimensión histórica que tiene para la ciudad esta cita que abre el curso cultural el próximo otoño y que reflejará fielmente la evolución del Ducado de Alba y, en gran medida, el de la propia historia de España. Hay que retrotraerse 25 años para encontrar una antológica de la Casa de Alba en España. La Caja de Pensiones, posteriormente reconvertida en La Caixa, patrocinó en 1987 en Barcelona la exposición El arte en las colecciones de la Casa de Alba, cuyo grueso de la exposición estaba compuesto por los fondos del Palacio de Liria.

No en vano, el celo con que doña Cayetana ha preservado el patrimonio de los Alba, apoyada por la gestión y conservación de la fundación que preside, ha logrado mantener bajo su tutela un legado artístico que raras veces ha salido de sus propios dominios, mientras que los de otras grandes familias aristocráticas españolas se han perdido o disipado con el tiempo.