La Joven Orquesta Barroca de Sevilla viaja a Alemania: “Nos supone un reto, una ilusión y un hecho histórico”

Cultura

La orquesta, formada por músicos cuyas edades oscilan entre los once y veinte años, actuará los días 7 y 8 de septiembre en Múnich interpretando obras de Bocherini, Corelli y Bach

La Máquina Española: Sevilla era una fiesta

Las músicas y los pretextos

La Joven Orquesta Barroca de Sevilla, dirigida por Valentín Sánchez / DS

En el año 2009, el instrumentista y profesor Valentín Sánchez Venzalá puso en marcha el proyecto de la Joven Orquesta Barroca de Sevilla. Una iniciativa de carácter pedagógico que ha instruido a más de 120 jóvenes músicos, ofreciéndoles una primera oportunidad, formación y una trayectoria. Gracias a la Joven Orquesta Barroca, muchos adolescentes –algunos niños- han aprendido qué significa formar parte de una orquesta profesional, interpretar en diversas ciudades la música de los grandes maestros e incluso hacer carrera en Europa. “En la Joven Orquesta Barroca de Sevilla, sus integrantes se forman, se superan y también acaban colaborando con la orquesta. De hecho, esto último es lo que justifica el proyecto”, explica Valentín Sánchez.

En el mes de septiembre, en concreto los días 7 y 8, la Joven Orquesta Barroca de Sevilla tiene cita reservada con su propia historia, pues sus integrantes viajarán hasta la ciudad de Múnich para interpretar obras de Bocherini, Corelli y Bach. Desplazarse hasta Alemania, tocar en una ciudad relevante de la cultura europea –y de la música barroca-, demostrar las capacidades de esta joven orquesta. Son muchos los motivos que hacen de estos dos conciertos un “hecho histórico” para la Joven Orquesta Barroca. “Hemos hecho muchos conciertos en España, pero esta es la primera vez que salimos de nuestras fronteras. Salir de España e ir a una ciudad con un peso cultural tan imponente como es Múnich nos supone un reto, una ilusión y un hecho histórico. Nuestros jóvenes músicos van a demostrar allí su talento. Es un momento histórico y precioso”, relata, con entusiasmo, el director y fundador de la Joven Orquesta Barroca.

“Los conciertos, como hablamos, van a ser los días 7 y 8 de septiembre. Uno se celebra en la ciudad de Múnich, en una iglesia muy cercana al Instituto Cervantes, la Capilla Real de Todos los Santos. El segundo concierto, el del día 8, será en la iglesia de Santa Ana, en un pueblecito cercano a Múnich, a una media hora”, detalla Valentín Sánchez, quien agradece el apoyo del Instituto Cervantes de Múnich –organizador de uno de los conciertos-, y de dos patrocinadores de este proyecto, los Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla y la Academia ELI.

Salir de España e ir a una ciudad con un peso cultural tan imponente como es Múnich nos supone un reto, una ilusión y un hecho histórico"

El director de la Joven Orquesta Barroca –feliz, satisfecho- nos adelanta todos los detalles de las piezas que se interpretarán en los dos conciertos. “Hemos seleccionado la obra de Bocherini porque es una obra muy española. Con él, vamos a hacer un poco de patria. Se trata de una obra muy bonita, llena de guiños a la música española; por otra parte, es una obra muy idónea para que nuestros músicos demuestren sus dotes. La pieza de Corelli la escogimos porque es una obra tan radiante y con tanta energía que es muy representativa de nuestra orquesta joven. Retrata muy bien, con sus recursos musicales, el espíritu de la Joven Orquesta Barroca. La tercera obra, de Bach, la propusieron ellos. La propuso la orquesta. Es una suite muy apropiada”.

La propuesta de viajar a Alemania surge de la Orquesta Barroca de Múnich, quienes contactaron con la Orquesta Barroca de Sevilla. “Ellos conocían nuestro trabajo”, aclara Valentín Sánchez. Desde Múnich le ofrecieron al director la participación de su orquesta en estos dos conciertos de septiembre, los cuales forman parte de un programa más amplio. Pero este encuentro entre las dos orquestas no termina en Alemania, pues los músicos alemanes, nos cuenta Sánchez, viajarán a Sevilla.

“La propuesta de este viaje en septiembre viene de una joven orquesta de Múnich, que sabía de nuestra existencia. Ellos contactaron con la Orquesta Barroca de Sevilla para proponernos una especie de intercambio, que consiste en un programa en el que nosotros ofrecemos dos conciertos, y en el que Joven Orquesta Barroca de Múnich hace el resto del programa. Esta es la primera parte de un proyecto, pues la Joven Orquesta de Múnich vendrá a Sevilla para hacer un proyecto similar”, anuncia Sánchez Venzalá.

Da pena decirlo, pero es la realidad: hacen falta muchas ayudas. Este proyecto alemán surge porque ellos sí tienen muchas capacidades. Estamos jugando en ligas diferentes"

Pero no todo son alegrías. El fundador de la Joven Orquesta Barroca de Sevilla lamenta la falta de recursos y medios. Una situación en absoluto similar a la que se vive en Múnich, cuya orquesta sí cuenta con un considerable apoyo, con más medios. “Da pena decirlo, pero es la realidad: hacen falta muchas ayudas. Este proyecto alemán surge porque ellos sí tienen muchas capacidades. Estamos jugando en ligas diferentes. Echamos en falta apoyo y ayudas económicas para realizar nuestro trabajo con las mejores garantías”. Aunque todas estas dificultades son mitigadas con “la energía, las ganas y el trabajo de nuestros jóvenes, que hacen un trabajo impresionante”, concluye Valentín Sánchez.

Tras semanas de trabajo, dedicación y ensayos –“ensayos con seriedad, pero con alegría y entusiasmo”, precisa el director-, la Joven Orquesta Barroca de Sevilla cumplirá otro objetivo. La orquesta viajará a Múnich el próximo mes de septiembre, y deleitará al público alemán. Aunque la mayor satisfacción para Valentín Sánchez será la de siempre. Una satisfacción que vive desde hace quince años. “Mi mayor alegría es ver las caras de los niños en los conciertos. Es el momento más especial. Igualmente, me emociona mucho el agradecimiento que nos muestran los padres, las madres, los familiares, el público. Ese público que nos sigue con asiduidad”.

 

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Anna Urpina & Nicola Brovelli | Crítica

El valor del bajo bien temperado

Lo último