Un virtuoso barroco
Viaje imaginario | Crítica
La ficha
**** XV Festival de la Guitarra. 'Viaje imaginario' Jesús Guerrero. Guitarra y composición: Jesús Guerrero. Lugar: Espacio Turina. Fecha: Miércoles, 6 de noviembre. Aforo: media entrada.
Jesús Guerrero fue tan contundente que en ningún momento recordé que no había amplificación del sonido. Se le entendió todo, los fortes, los pianos. Guerrero es un virtuoso barroco. Es un virtuoso rítmico y melódico, de vertiginoso y contundente fraseo. Un virtuosismo rítmico que fue in cescendo a lo largo de la noche y que llegó al paroxismo en la bulería que cerró la velada. Una obra influida por la música de Paco de Lucía y del Niño Ricardo y que es también muy personal. Que, como el resto de la música de Jesús Guerrero, resulta clásica y personal. Y también es un barroco del ritmo y de la melodía. A pesar del equilibrio gaditano que muestra su toque, siempre prefiere ofrecernos una o varias notas de más, como regalo. Ofreció seis toques en total de puro concertismo solista, pertenecientes a su único disco solista hasta la fecha, Calma (2016). Ese es el trato: un músico a solas con su público. Sin amplificación. El guitarrista gaditano es un gran melodista, como se vio en los tangos, en la rumba. También entiende de una manera personal la tradición, como observamos en la rondeña que abrió la noche, con guiños a Ramón Montoya. Fueron seis largos toques que, en algunas ocasiones, aunaban varios estilos tradicionales de una sola tacada. A la manera de las llamadas, en el cante, en los años 30 y 40, “creaciones personales”. Consistía en empezar por tarantas y acabar por soleares, por ejemplo. Otro gran éxito de la parte flamenca de este XV Festival de la Guitarra de Sevilla.
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