La tradición como recurso

La zambomba del Alcázar | Crítica

La zambomba de Jeromo Segura en el Alcázar de Sevilla.
La zambomba de Jeromo Segura en el Alcázar de Sevilla.

La ficha

*** 'La zambomba del Alcázar' Zambomba de Jeromo Segura. Cante: Jeromo Segura, Marta López. Guitarra: Salvador Gutiérrez. Percusión: Raúl Domínguez 'Botella'. Palmas: Josué Segura. Lugar: Palacio Gótico del Alcázar de Sevilla. Fecha: Jueves, 19 de diciembre. Aforo: Lleno.

A riesgo de ser considerado un retrógrado, digo que el concierto evidenció una verdad: que el filtro del tiempo funciona. Los villancicos del siglo XIX que cantó Jeromo Segura quizá nos hablan con un lenguaje de otros tiempos, de otros seres humanos. Pero eran seres humanos los que nos hablan a través del tiempo. Y, como tales, sufrían y gozaban como nosotros lo seguimos haciendo. No entiendo la tradición como un museo sino como un sistema de recursos, musicales, literarios, de los que hacer uso para atendernos y entendernos hoy. A pesar de que algunos de los compositores contemporáneos del villancico navideño sean memorables. Como Fernando Terremoto hijo, del que sonó ayer Sirva tu cuna en el Alcázar de Sevilla en la voz de Marta López. También se acordó Segura de Camarón y su Mira que bonita, un villancico a ritmo ternario con letra de Antonio Sánchez en la que se usó, como en el resto de la noche, el recurso del coro para los estribillos laudatorios y el solista para la parte narrativa de las estrofas. Cantó también Segura unas seguidillas de Alosno, a la forma de Paco Toronjo, con letra navideña. Como intuyó que el público se quedó con ganas de más, después de las tres coplas, hizo otras seis coplas por seguidillas. De Naranjito de Triana interpretó el villancico Una estrella que en realidad es una canción por bulerías. Y también hizo el cantaor una letra propia, con el ritmo y la melodía de las bulerías tradicionales. Acabó el recital con un popurrí de villancicos tradicionales para el que invitó al público a sumarse a la fiesta. Con todo, por la riqueza melódica, rítmica y literaria, lo que más me gustó de la noche son los dos villancicos tradicionales de Alosno, uno al ritmo ternario del villancico tradicional, la Copla de las ramas y otro, sorprendente, a ritmo de tanguillos que es un compás que está en la tradición lírica hispánica al menos desde los canarios del siglo XVI, titulado Coplas del niño. El espectáculo se completó con el villancico tradicional jerezano Si para vení a Belén de nuevo en la voz de Marta López. Eso sí, costó trabajo entender la letra, y no por la excelente vocalización de los intérpretes.

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