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Se publican valiosos e inéditos discos producidos por Zev Feldman, con motivo del Record Store Day
El pasado sábado 20 de abril tuvo lugar una nueva edición del Record Store Day. Una iniciativa creada en 2007 que tiene lugar cada tercer sábado de abril con el objeto de –dice su propia web– "reivindicar y apoyar a las tiendas de discos independientes frente a las grandes corporaciones y la venta online". Una ocasión propicia para celebrar el disco como soporte cultural además de para que sellos de todo el mundo saquen a pasear algunas de sus galas más recónditas, objetos de deseo de perseverantes coleccionistas y fetichistas seguidores.
Y si de encontrar tesoros ocultos se trata, casi nadie supera al productor norteamericano Zev Feldman. Sus labores de prospección para las marcas Resonance, Reel-to-Reel, Elemental Music en Barcelona o sus propias Jazz Detective y Deep Digs han venido aportando al mercado imponentes frutos sonoros, suscritos por gigantes del jazz, respaldados por documentados libretos y visados legalmente por sus respectivos herederos. Busquen y descubrirán.
Publicado en vinilo y cedé, el nuevo lote con su firma no se queda atrás y congrega a un ramillete de históricos que retornan al escaparate, respaldados por sellos entre los que Elemental Music se lleva la palma, dejando su logo, de forma exclusiva o compartida, en siete lanzamientos hasta ahora inéditos.
Dos vibrantes directos del saxofonista Julian Cannonball Adderley, custodiado por la corneta de su hermano Nat y grabados ambos en Francia, abren la comitiva; el primero es el excelente doble Burnin’ in Bordeaux. Live in France 1969 a la cabeza de un quinteto en el que destaca el pianista Joe Zawinul (a la postre, fundador de Weather Report junto a Wayne Shorter); y el segundo el sencillo Poppin’ in Paris. Live at L’Olympia 1972, cuyos dos sets ya evidencian el contacto de Cannonball con el territorio eléctrico, guiado aquí por los teclados de George Duke. Ambos se sitúan entre las referencias de obligada visita de la colección junto a un The Mighty Warriors, suscrito por un tándem de improvisadores de primera línea, integrado por el saxo soprano Steve Lacy y el pianista Mal Waldron, cuya alianza ha quedado documentada en una brillante relación discográfica. Este doble registrado en directo en 1995 no anda a la zaga y exhibe su empatía creativa, con excitantes homenajes a Thelonious Monk y Cecil Taylor, respaldada por una sección rítmica de análoga altura: Reggie Workman al contrabajo y Andrew Cyrille a la batería.
Yusef Lateef es una debilidad de quien suscribe y, por ello y por su propio contenido, Atlantis Lullaby. The Concert from Avignon también goza de lugar preferente en esta relación. El líder exhibe esa combinación de potencia y sutileza que lo caracterizó, con saxos tenor y soprano y flauta, cediendo protagonismo interpretativo y compositivo al piano del gran Kenny Barron, autor de tres temas. El contrabajo de Bob Cunningham y la batería de Albert Tootie Heath redondean la sonoridad un cuarteto engrasado y dispuesto.
Los sellos de Deep Dish y Jazz Detective se suman a la fiesta en un At The Showcase. Live in Chicago 1976-1977 suscrito en ambos años por el intergaláctico Sun Ra. Estos sustanciosos registros vienen a ensanchar un vasto legado discográfico en directo, mostrando por enésima vez su prisma visionario de la mano de oblicuas lecturas de distintivos títulos de su repertorio como Space Is The Place o Theme of the Stargazers, espléndidamente secundado por sospechosos habituales de la talla de John Gilmore o Marshall Allen. Las mismas tres etiquetas confluyen en el encuentro entre trompetas y voces de Chet Baker y Jack Sheldon en In Perfect Harmony: The Lost Album: una alianza en estudio de 1972, olvidada en su momento y aparentemente inadecuada, que logró cuajar con cierta soltura, pese a que Baker aún vivía tiempos de reaprendizaje con una dentadura postiza, consecuencia de sus adicciones. Curiosamente, es él quien más suma a este ligero, también desigual, encuentro plagado de estándares, y rematado por algún que otro bolero en español –Historia de un Amor, cantado por Sheldon–, gracias a su gesto cálido y al dominio de composiciones como But Not for Me o Just Friends.
Finalmente, Elemental Music y Deep Dish se unen para arrojar luz sobre un directo inédito de Sister Rosetta Tharpe. Live in France. The 1966 Concert in Limoges la muestra sin más armas que una potente voz, su icónica guitarra eléctrica Gibson y la cadencia marcada por su pie, partiendo de blues y góspel para impulsarse en los ritmos de un rock’n’roll que ella misma había ayudado a crear y en cuyo Salón de la Fama llegó a ser admitida póstumamente en 2018. Eso sí, la temática religiosa casi nunca abandonó una música vitalista ejemplificada en este palpitante y jaleado directo.
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