El jazz bien temperado

Andrés Moreno Mengíbar

16 de marzo 2015 - 05:00

Femás 2015. Programa: Improvisaciones sobre piezas anónimas, O. di Lasso y J. S. Bach. Piano: Enrico Pieranunzi. Flautas: Vicente Parrilla. Lugar: Sala Joaquín Turina. Fecha: Domingo 15 de marzo. Aforo: Un tercio.

Una de las líneas programáticas propias de este edición del Femás es la de explorar las posibilidades del cross-over entre la música barroca y otros lenguajes musicales. Y a juzgar por los resultados esta idea se está convirtiendo en una de las más originales y de mayor éxito, pues tras los brillantes resultados del power metal de Wild Chain y de las retóricas expresivas de Accademia del Piacere y Antonio Ruz, la mañana de ayer nos trajo una nueva ocasión para el disfrute y el asombro con la confluencia de dos maestros de la improvisación como Enrico Pieranunzi y Vicente Parrilla. Cada uno desde sus presupuestos estéticos de partida (jazz y barroco), pero con el punto común de encuentro de la inquietud por explorar las posibilidades de la improvisación, algo tan común en ambos terrenos. El resultado fue fascinante, con momentos de verdadero rapto hipnótico como en las volutas, giros y circunvoluciones sobre el ostinato de la pasacaglia. Pieranunzi es un conocido visitador del barroco y así quedó en evidencia tras su manera de descomponer gradualmente una sonata de Scarlatti o tras su propuesta de desarrollo armónico del primer preludio del libro primero de El clave bien temperado, ampliando el espectro de modulaciones con una privilegiada capacidad de pensamiento armónico.

Parrilla desplegó todo su arsenal de virtuosismo, su enorme fiato y, sobre todo, su fantasía a la hora de glosar e improvisar, en perfecta comunión con el teclado de Pieranunzi. Una última improvisación sobre el Siciliano de Bach, creada al repente, dejó asombrados a los incondicionales.

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