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La Fundación Lara y Tusquets publican 'Per riguardo' y 'El castillo de la pureza', poemarios que Pere Gimferrer escribió en italiano y en catalán

Pere Gimferrer, con un ejemplar de uno de los libros, 'Per riguardo'.
Braulio Ortiz

16 de noviembre 2014 - 05:00

Per riguardo. Pere Gimferrer. Trad. Justo Navarro. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2014, 56 páginas. 11,90 euros.

El castillo de la pureza. Pere Gimferrer. Trad. José María Micó. Tusquets. Barcelona, 2014. 96 páginas. 16 euros.

La llamativa decisión de Pere Gimferrer de expresarse en italiano en Per riguardo (Con cuidado), el poemario que acaba de publicar con la Fundación José Manuel Lara, no puede entenderse como un gesto artificioso tratándose de un autor de excepcional cultura, acostumbrado a recordar las lecturas como parte crucial del legado de una vida, que en su conversación recurre a las sentencias dejadas por los grandes maestros como quien rememora, con afecto, las vivencias compartidas con un amigo. Cuando a Justo Navarro le encargaron traducir estos versos, tampoco le extrañó el cambio de idioma: la obra de Gimferrer estaba "impregnada" de Italia, algo que subraya también en el prólogo del volumen Jacobo Cortines, quien apunta el simbolismo de Venecia en Arde el mar o su novela Fortuny, y señala las resonancias que en este nuevo libro se aprecian de Dante, Petrarca, Tasso y Leopardi, y la influencia de otros autores menos evidentes, esos raros a los que Gimferrer tanto ha evocado, como Luigi Pulci o Giorgio Baffo.

En Per riguardo, el escritor regresa a Venecia, pero en esta ocasión la capital véneta pierde protagonismo frente a Roma y Turín, "de la que se ha escrito menos", defiende Gimferrer. La Autostrada dei Fiori, en Ventimiglia; el Trastévere donde, se cuenta en un poema, el poeta nunca coincidió con Alberti; o la Torre de Novara se suceden como destinos de un trayecto en el que se sienten los plazos vencidos de una edad avanzada, la incómoda amenaza de un final que no se supone muy lejano mientras se negocia con el tiempo y el recuerdo: "Tutear a los ojos de la muerte. / (Era así exactamente: todos íbamos / colina arriba, por paseos negros, / del aterrado corazón de un chico.) / El crimen de vivir, ahora aquí", anota en Before and after. Y en Nocturno habla de "la llanura inacabable / donde para morir aún queda sitio, / reconociendo el rostro, en un cadáver, / de los jardines de una vez, violetas / de la tarde, la viola del amor".

Javier Marías le confió una vez a Gimferrer que no escribía en inglés para que no le saliera, cuenta el autor de Alma Venus, "algo fantasmagórico", pero en estas páginas del escritor catalán -Dante marca los pasos- se entrecruzan la vida y la muerte. Aunque no hay que buscar lecturas racionales en un poemario altamente sensorial, donde el onirismo de la atmósfera y la exuberancia de la palabra arrastran al lector con una música arrebatadora. En este libro, en el que se mezclan formas cultas y citas de Dante y otros poetas con incursiones en registros más coloquiales y extractos de novelas o películas, "no es necesario -advierte Gimferrer- que el lector nos siga, que sepa identificar las referencias: si el poema existe, existe por sí mismo, no porque el lector sepa en qué se inspira".

Per riguardo aparece simultáneamente a El castillo de la pureza, editado por Tusquets, un conjunto de poemas escritos inicialmente en catalán y traducidos por José María Micó. En los últimos y prolíficos meses, Gimferrer llegó a compaginar el catalán, el italiano y el español en diferentes poemarios: aún permanecen inéditos los versos redactados en castellano. En El castillo de la pureza, título que homenajea a Mallarmé, su creador repasa "la historia poética del catalán, lo que subyace tras ella" y factura un artefacto literario tan brillante como intencionadamente engañoso. Tiene "una falsa apariencia de estar escrito en catalán antiguo, pero todas las palabras han sido utilizadas por autores modernos. No me interesaba el catalán arcaico, sino el catalán que lo pareciera".

Una dificultad a la que se ha enfrentado José María Micó a la hora de trasladar el texto al castellano. "La traducción de las lenguas fáciles, por cercanas, es una trampa compleja, porque la lengua de los poetas no es la lengua de la gente; los poetas tienen una lengua que en parte existe y en parte no; la crean ellos", opina el especialista que en su trabajo ha mantenido "la música de Gimferrer: como los grandes, él escribe un idioma". Aquí, en diez poemas largos, el veterano sigue deleitando a sus lectores con una sensibilidad exquisita: "En una contradanza de gavotas / somos formas del bosque de la noche: / Pelléas y Mélisande, Nora y Robin, / el carnaval de los cuerpos agitados por la penumbra, / tan picoteados como los dedales / de aquel poema de François Villon".

Gimferrer, que asegura que no sabe encontrar la "distancia" para traducirse y lee "casi siempre" a los autores "en sus lenguas originales", descarta cualquier interpretación política por sacar ahora su primer libro de poemas en catalán en 13 años. "Es una idea falsa que por escribir en un idioma uno sea un patriota. Sería absurdo pensar eso de Jean Genet, y sin embargo es difícil encontrar a alguien que amara más la lengua francesa", afirma el poeta, que concluye que "la consulta del 9-N no tiene nada que ver con la literatura, es otra cosa".

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