De lo íntimo social
Rocío Luna | Crítica
La ficha
*** 'El legado de los tiempos'. Noches en los Jardines del Real Alcázar. Cante: Rocío Luna. Guitarra: Luis Medina. Lugar: Jardines del Real Alcázar. Fecha: Miércoles, 26 de junio. Aforo: Lleno.
Rocío Luna empezó su recital con enjundia al afrontar la caña. Aunque la letra autorreferencial, la caña que habla del cante por cañas, el flamenco que habla del cante flamenco, no sea la que provoca mayor emoción en la audiencia. La primera taranta la hizo con esa gravedad y apretada austeridad roma que tanto gusta en La Unión, el pueblo que la premió el pasado año con la Lámpara Minera. Más íntima me resultó en el cante de la Gabriela. En la bulería por soleá demostró su sentido del ritmo y su dramática gestualidad. Es uno de los valores del arte de Luna, su puesta en escena, su gran dramatismo visual, totalmente natural. En la seguiriya también echó mano de su chorro de voz aunque, de nuevo, me resultó más emotiva en la intimidad del cante de remate de Manuel Molina, versión Vallejo, buscando más hacia adentro que afuera. Más fresca, acorde con su juventud, estuvo en los estilos festeros, tangos y bulerías. En los primeros se acordó de Enrique Morente y su versión de La leyenda del tiempo, el monólogo de Arlequín de Así que pasen cinco años de Lorca. Por bulerías se acercó un poco al cuplé.
Es una intérprete con un gran poderío vocal, ese que le dio el triunfo en el Festival de las Minas, aunque a mí me emocionó más en los pasajes de intimidad, conde la emoción se pone por encima de las condiciones físicas, puestas al servicio del mensaje. Esta cantaora cordobesa, de Cañada del Rabadán, se hizo con muchos de los principales premios de la geografía jonda siendo apenas una niña y ahora ha asumido, con éxito, el reto de convertirse en una intérprete madura. Luis Medina le ofreció un acompañamiento íntimo, mesurado, de enorme sentido rítmico.
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