“Los inquietos apenas nos atrevemos a decir nuestra opinión”

La andadura narrativa de Miguel Delibes (Valladolid, 1920) es tan ejemplar como su compromiso con el medio natural, asunto al que dedicó su discurso de entrada en la Real Academia de la Lengua. El autor de El camino o Diario de un cazador no ha vuelto a escribir ficción desde El hereje pero vive entregado a la lectura, como confirma en esta breve entrevista realizada por correo electrónico a propósito de la publicación de La tierra herida.

–Los cazadores, cuyas vidas transcurren al aire libre, han sido los héroes de muchas de sus obras. ¿La pasión conservacionista ha terminado por desbancar a la cinegética?

–Conviven ambas. Con mayor motivo hoy que cazamos perdices fabricadas en casa. Prácticamente la perdiz silvestre ha desaparecido. Las de plástico no tienen fin. Tranquilos.

–¿Cuando nació en usted esa inquietud por los cambios climáticos?

–Con las primeras “gotas frías”. La primera denominación ya me impresionó.

–En La tierra herida, el libro que han escrito juntos, su hijo Miguel le expone el desastre que supone la desaparición de especies como el lince para el funcionamiento de la Tierra. ¿Cree aún que ese problema es menor comparado con otros como la desertización?

–A pesar de todo pienso que entre un problema y otro hay una diferencia. El lince es un animal emblemático, cierto, pero el agua es un artículo de primera necesidad.

–Como director de El Norte de Castilla combatió las trampas de la censura en la posguerra. ¿Qué amenazas a la libertad de expresión detecta en la prensa actual?

–En el asunto de La tierra herida me parece que los gobiernos no se explayan. Hablan poco. Los políticos no suelen mojarse (creen que es una cuestión que desborda su mandato) y los inquietos apenas nos atrevemos a exponer nuestra opinión.

–En su nueva obra cita a Norman Mailer o Susan George, autores que han recogido el testigo inconformista de Arthur Miller. ¿Qué escritores lee ahora con mayor placer?

–A todos los autores inteligentes o que me lo parecen a mí (como Arthur Miller o Coetzee).

–¿Qué valores cervantinos le gustaría trasmitir a sus nietos en este cuarto centenario de la publicación del Quijote?

–Su moral y su humanismo.