OBITUARIO
Muere Teresa Barrio, madre de Alberto Jiménez Becerril

La infinita posibilidad del sonido

Crítica de Música

Pablo J. Vayón

21 de noviembre 2015 - 05:00

HOMENAJE A LUIGI NONO

Trashumancias.15. Encuentros interdisciplinares. Intérpretes: Trinidad Perea, soprano. Dúo Lisus: Lidia Muñoz y Jesús Núñez, saxofones. Juan J. Raposo, live electronics y difusión sonora/visual. Programa: 'Esa ola de luz' (electrónica) de Eduardo Polonio; 'Knabenduett' (dos saxos sopranos) de Karlheinz Stockhausen; 'Tumba sonora (bajo la sombra de un árbol' (electrónica generada e improvisada en vivo) de Juan José Raposo; 'Liebeslied II' de 'Argos' (saxo tenor) de Mauricio Sotelo; 'La fabbrica illuminata' (soprano y electrónica a 4 canales) de Luigi Nono. Montaje sonoro y visual con poemas de Hölderlin y fotografías de la serie 'Wald' de Stefan Schmidt. Lugar: Capilla de Afuera del CAAC (Monasterio de la Cartuja). Fecha: Viernes 20 de noviembre. Aforo: Tres cuartos de entrada.

Este ciclo que nace de un proyecto de la revista on-line Sul Ponticello y celebra su primera edición entre Madrid y Sevilla se ocupa de eso que en la vanguardia se ha dado en llamar arte sonoro, que tiene que ver con la música electrónica, el silencio, la música concreta, el ruido, la poesía fonética... Interdisciplinar por naturaleza, conceptual por necesidad, en su primera edición el ciclo trae un motivo poderoso: conmemorar los 25 años de la muerte de Luigi Nono, uno de los grandes de la vanguardia musical de la posguerra. En esta sesión su música estuvo presente a través de la icónica La fabbrica illuminata, testimonio de un compromiso político (de extrema izquierda) que en su época (1964) dio sentido a una obra que, aun conservando parte de su envolvente sugestión poética, suena hoy algo desgastada. Soberbio trabajo de la soprano Trinidad Perea en un papel nada sencillo. Conciso, contundente, incisivo, construido mediante impulsos que sonaron a latigazos, el homenaje que Eduardo Polonio dedicó en 1990 con Esa ola de luz al gran maestro italiano. Entre las piezas de saxo (con aire a síntesis electrónica la de Stockhausen, de poderoso aliento), Raposo usó el ruido como herramienta de su improvisación electrónica.

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