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"Es incómodo para un músico que te vinculen siempre a tu pasado"

Guille Milkyway. La Casa Azul

Presenta esta noche en 'Nocturama' su último disco, 'La Polinesia Meridional', un álbum con el que el barcelonés ha renovado el entusiasmo de su público.

Braulio Ortiz / Sevilla

04 de julio 2012 - 05:00

Nocturama, el ciclo de conciertos del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, tiene en La Casa Azul, esta noche, un invitado de excepción. Gracias a un repertorio vitalista que también invoca a la nostalgia y que contiene un puñado de canciones prodigiosas, a una producción impecable que en su despliegue de recursos conoce los atajos para impactar con fuerza en el corazón de sus oyentes, el proyecto de Guille Milkyway se ha consolidado como una de las realidades más singulares y estimulantes de la música actual. Hoy, el barcelonés presenta en el CAAC su último álbum, La Polinesia Meridional.

-Esta vez no viene solo: serán tres en el escenario.

-Sí, y estoy más cómodo al estar acompañado, me siento más libre al no llevar el peso al cien por cien. No será un concierto al uso, en el que se ve a cada músico con su instrumento. Tiene un punto más plástico, con un entorno visual totalmente distinto al de la gira anterior, que acompaña mejor a las canciones. Lo que siempre he buscado con los directos es que el protagonismo lo tuvieran las canciones, que cada concierto fuera una celebración de éstas.

-La Polinesia Meridional era un disco muy esperado por sus fans. Han pasado varios meses desde que se publicó, ya puede valorar la recepción que ha tenido.

-Hay veces que se tarda mucho con un disco y la gente cree que ya no va a salir nada en condiciones, pero parece que éste no ha sido el caso. Uno nota ese feedback con el público en el directo, y desde el primer concierto de esta gira no notaba mucha diferencia entre las canciones del disco nuevo y las anteriores. Es una buena señal: eso de estar ligado siempre al pasado, para un músico, es un poco incómodo. Este álbum me hace pensar que podré estar a gusto con él dentro de unos años, algo que con los anteriores no me pasaba tanto.

-Aquí vuelve a combinar esa energía arrolladora de las melodías con ese punto de nostalgia y la exploración de sentimientos no precisamente alegres en las letras...

-A veces parece que recurro a una fórmula para escribir canciones, pero no es así, es mi forma de hacer. Este disco plantea una realidad algo decadente, un futuro algo desolador, pero no me interesa acompañar eso de un sonido que desde una perspectiva clásica se entendería como acorde con las ideas que uno expresa. No me gusta la obviedad, no me gustan esos videoclips en los que en imágenes aparece de forma literal lo que se está diciendo. Intento huir de eso: me interesa liberar los pensamientos negativos vía la explosión emocional o épica de lo musical, de la parte instrumental. Me gusta cuando se ha hecho en la historia de la música, y por eso lo hago yo bastante.

-Ha ejercido de productor con Papá Topo, Kiki d'Akí o Las escarlatinas. ¿Con quién le gustaría colaborar en este campo?

-No me planteo nunca esas historias, no he tenido esos sueños. Producir es un trabajo que a mí me resulta muy complicado, porque estoy muy acostumbrado a trabajar en solitario, aunque me va muy bien porque se trata de compartir ideas y eso ayuda a avanzar en mi desarrollo creativo.

-Parece que después de tantos años usted y su discográfica, Elefant Records, tienen una relación envidiable.

-Es como una relación familiar. Son prácticamente mis mejores amigos. Ya desde las primeras conversaciones, hace casi 15 años, había una conexión muy fuerte. Tengo claro que si La Casa Azul desapareciera, o el sello cerrara, seguiríamos siendo amigos. Es idílico: no tengo ninguna presión artística, y me siento querido y respetado.

-De eso quería hablarle, de su libertad. Llega cada vez a más público, pero usted no ha perdido en el camino su independencia.

-En otros momentos de mi vida he trabajado mucho en cosas que no me gustaban, lo he pasado mal, por eso sé que no es lo habitual poder volcarte en tu pasión. Creo que las cosas están donde están por factores que no dependen de ti, y por eso lo único que puedes hacer es dedicarte a lo que te gusta, y hacerlo bien, y no dejarte cegar por otras historias que la mayoría de las veces no te llevan a ningún sitio.

-Prepara un disco para Milkyway, otro de sus proyectos, del que apenas había sacado un ep.

-Es algo que me apetece mucho hacer, pero que nunca puedo acabar. Juzgar lo que hace uno mismo es difícil, pero yo lo veo como un proyecto más clásico, más sencillo en cuanto a producción. Estoy intentando grabarlo todo en analógico, y de hecho he modificado una parte de mi estudio para poder hacerlo así. Aquí he intentado contenerme mucho en los tempos, será algo mucho más sosegado.

-Volver a Sevilla debe de ser algo bonito para usted. En esta ciudad vivió un tiempo.

-Fue una etapa convulsa para mí, entonces trabajaba en algo que no me gustaba. Al principio me encerraba en casa a escuchar discos, pero luego me encontré con un círculo de gente con el que era fácil conectar. Para una persona como yo, Sevilla de entrada era una ciudad difícil, pero guardo muy buen recuerdo de esa etapa. Suelo ir por los sitios donde vivía, en la Alameda, pero todo está muy cambiado...

La Casa Azul. Hoy a las 22:00 (apertura de puertas, 21:00) en el CAAC. Entrada anticipada, 10 euros. 12 euros en taquilla.

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