Camela, el dúo formado por Dioni y Ángeles, volvió este sábado a Sevilla, al auditorio de Fibes, para confirmar que es una de las propuestas más queridas de la música actual, gracias a canciones que han calado en el imaginario colectivo -Cuando zarpa el amor o Nunca debí enamorarme- y se han convertido en verdaderos himnos. El concierto celebraba los 30 años sobre el escenario de esta formación, un camino hacia el éxito que no siempre fue fácil, y la celebración se desarrolló ante una audiencia entregada que había agotado las entradas y que vivió la velada con entusiasmo.