La hora romántica
Mientras escribo, tengo sobre la mesa La mitología contada para niños de Böhl de Faber. Quiere decirse que a la herencia clásica, presente en estas páginas, la escritora helvética supo sumarle el giro nacional, la mirada hacia lo singular y autóctono que inundaría su siglo. Hace unos días, se presentaban las Obras escogidas de Fernán Caballero, insistiendo en su firme vinculación al XIX europeo: la literatura política, la novela realista y el relato de costumbres. En estos Cuentos de encantamiento y adivinanzas populares, sin embargo, lo que la escritora reúne no es sólo la tradición vernácula y el singular aliento de la tierra. Es también, y decididamente, el ideal educativo de Las Luces. Sin duda, la versión valenciana de El lirio azul que aquí se incluye no se entendería sin la nueva atención romántica al folclore. Aun así, esta huida hacia lo distintivo, como el Nemo de Verne hacia la profundidad oceánica, venía ya ordenada por el afán doctoral, ilustrativo, del Setecientos. A este doble linaje pertenecen, en feliz paradoja, los cuentos y adivinanzas, la párvula fantasía de Bölh de Faber.
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