Un hombre de teatro a pesar suyo

Literatura

Rosalía Gómez

13 de marzo 2010 - 09:14

En varias ocasiones Miguel Delibes declaró que no quería escribir teatro. Decía que no se sentía a gusto con los límites –espaciales sobre todo– que imponía la literatura dramática aunque, al principio de su carrera al menos, mucho tuvo que ver en el asunto una censura franquista a la que no le gustaba nada ver ciertos temas en los escenarios de este país.

Paradójicamente, sin embargo, además del cine, el teatro le ha proporcionado una gran popularidad al escritor vallisoletano. De su amplísima producción narrativa, una docena de obras han sido adaptadas y convertidas en piezas dramáticas. De ellas, sólo tres fueron llevadas a la escena.

La más relevante, sin duda, es Cinco horas con Mario, una novela escrita en 1966, a su regreso de una estancia de seis meses en una universidad de Estados Unidos, y compuesta por un prólogo, un monólogo en 27 capítulos y un epílogo, en la que Carmen, una mujer provinciana de clase media, vela a su marido, prematuramente fallecido, y le habla dejando al descubierto su insatisfacción como esposa y como mujer tanto en la familia como en la sociedad que le había tocado vivir.

A pesar de lo dicho, después de la muerte de Franco él mismo acometió la adaptación dramática de la obra junto a Josefina Molina. Redujo su longitud a una quinta parte, eliminó la división en capítulos y un gran número de repeticiones que tenían un valor puramente rítmico y convirtió la palabra en acción.

La pieza teatral se estrenó el 26 de noviembre de 1979 en el Teatro Marquina de Madrid con Lola Herrera como protagonista y la acogida fue tal que su periplo por la geografía española duraría diez años consecutivos – en 2002-2003 sería retomada de nuevo por una Herrera mucho más madura– en los que conquistó a miles de espectadores de todas las edades. A este éxito sin precedentes contribuyeron, además, Luis Eduardo Aute, que escribió para ella algunos temas musicales, como el que abría la obra, La mala suerte, y sobre todo la puesta en escena de Josefina Molina quien, en 1981, realizaría la película Función de noche con la pieza teatral como fondo y un extraordinario tête a tête entre la propia Lola Herrera y su ex marido Daniel Dicenta.

En 1986 se puso también en escena La hoja roja, interpretada por el carismático actor, ya desaparecido, Narciso Ibáñez Menta, mientras que en 1989 se estrenó en el Teatro Bellas Artes de Madrid la versión teatral de Las guerras de nuestros antepasados, esta vez con José Sacristán como protagonista. Sin embargo, Cinco horas con Mario es el título que mantiene a Miguel Delibes en la memoria y el corazón de los amantes del teatro.

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