"No hacemos 'blues' para olvidar que somos de Úbeda y nos gusta el flamenco"

Guadalupe Plata abre hoy en el CAAC 'Nocturama Agosto', ciclo por que pasarán también la mexicana Julieta Venegas (mañana), Christina Rosenvinge, Hidrogenesse o Tomasito

Pedro de Dios, Paco Luis Martos y Carlos Jimena: Guadalupe Plata en el retrato 'oficial' de su nuevo álbum.
Pedro de Dios, Paco Luis Martos y Carlos Jimena: Guadalupe Plata en el retrato 'oficial' de su nuevo álbum.
Francisco Camero Sevilla

05 de agosto 2015 - 05:00

"Nosotros partimos, siempre, de no renunciar a absolutamente nada de lo que somos. Porque no hemos montado un grupo de blues para olvidar que venimos de Úbeda, que nos gusta el flamenco y la Semana Santa". Al habla Carlos Jimena, batería de Guadalupe Plata, el grupo que esta noche abre Nocturama Agosto, el ciclo que se celebra cada verano en el Monasterio de la Cartuja, sede del CAAC. Al trío ubetense le acompañará Surrounders, una banda sevillana interesada también en el folclore estadounidense, aunque en su caso más orientada hacia sonidos de naturaleza más acústica, como el bluegrass, el ragtime o el refrescante swing hawaiano.

"Será un concierto de Guadalupe Plata como Dios manda; llegaremos, cogeremos los instrumentos, puede que la gente ni se entere de que hemos dado las buenas noches y a tocar", dice Jimena, que como sus otros dos compañeros (el guitarrista y cantante Pedro de Dios y el bajista y guitarrista Paco Luis Martos), cayó seducido ante el blues no precisamente por su encarnación más buenrollista, virtuosa y estandarizada, sino por esa especie de género dentro del género que, con mayor impureza de sonido y un espíritu más underground, explora los campos semánticos y sonoros asociados al imaginario del bourbon, el pantano y el camino pedregoso con un sentido lúdico y nocturno que permite imagináserlos tocando, aullando de gusto, en una carpa de circo gótico sureño.

"No sé si por suerte o por desgracia aquí en España la gente está más habituada al blues de Chicago, que es... bueno, otro rollo: tiene otro tipo de estructuras, prima más la figura solista que el conjunto, digamos que se pone más en valor el instrumento que el sentimiento y todas esas cosas. Nosotros somos más del blues del Delta, y del rock 'n' roll, y de la psicodelia que escuchábamos cuando éramos los tres más jovencillos", dice el batería de la banda, que tras llamar poderosamente la atención de los aficionados al roots rock y el psychobilly en 2008 con un epé y en 2011 con su primer álbum, hace dos años empezó a despegar por todo lo alto con el segundo elepé, que le abrió las puertas de Estados Unidos y le valió el premio de la entidad que agrupa a los sellos independientes de Europa. En el tercero, estupendo de nuevo y publicado el pasado mes de marzo, y titulado como todas sus grabaciones Guadalupe Plata -muchos lo conocen como el rojo o, como apunta Jimena, "el de los diablicos"-, el grupo jiennense realza el elemento rockanrolero y aumenta en varios grados "la pantanosidad", en la guasona pero precisa definición del batería.

"Nos ha salido algo distinto, sí, pero no tenemos ningún manual a la hora de plantearnos los nuevos proyectos. Al final -dice Jimena-, todo lo que hacemos emerge de lo mismo, y de forma natural". Incluso ese flamenco que tanto les gusta, y con el que se han atrevido en la pasada edición del festival Etnosur, a mediados del pasado julio en Alcalá la Real, donde con la colaboración del bailaor Daniel Navarro, el cantaor Antonio Campos y el percusionista Javier Rabadán, el grupo ofreció un concierto especial (Los lamentos de Guadalupe Plata) en el que recreó, a su manera, el flamenco que les llega. "Fue una especie de escarceo amoroso en el que quisimos unir las dos vertientes más conflictivas o malditas del flamenco y el blues. Trabajamos, por ejemplo, con peteneras, asociadas a la superstición y el mal fario, y por eso Daniel Navarro salió a bailar desde un ataúd... Éramos todos, tú sabes, gente de la misma calaña", se ríe el batería. Sin prejuicios ni dogmas, han quedado "muy contentos" con ese proyecto, aunque por ahora ni siquiera ellos saben si se quedará en una curiosidad al margen de su camino principal o si encontrará cierta continuidad o alguna plasmación en estudio.

Tras la apertura de esta noche, mañana llegará el turno de Julieta Venegas, estrella internacional de pleno derecho llamada a priori a protagonizar uno de los conciertos más esperados del ciclo, en el que la mexicana, siempre habilidosa para maniobrar entre el mainstream y un pop de contornos muchísimo más personales de los que caben habitualmente en las devastadas radiofórmulas, presentará su nuevo disco, Algo sucede. Mi Capitán y Tony Love (día 12); Pablo und Destruktion y Crudo Pimiento (13); Hidrogenesse y Los Ganglios (19); Christina Rosenvinge y Stereofan (20); Tomasito, Skinny finger y Reyes Estrada (21); Single y Trisexual Band (27); y Al Supersonic & The Teenagers y Freedonia(4 de septiembre), completan el cartel íntegro de una edición de Nocturama Agosto, a cargo de La Suite, repleta de atractivos.

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