Cuando se habla de Sevilla con un lienzo y pinceles

Hay libros que no necesitan palabras para destilar una belleza sinigual. Se configuran de manera natural como un espacio de trabajo –algo así como un lienzo o como una piedra que aguarda ser esculpida– para que el artista investigue y expanda su obra. Más aún si el motivo central de la misma es la luminosa Sevilla y todas las posibilidades artísticas que ofrece. Con esta máxima –la de usar el libro como espacio de creación– nació la colección Libros de Artista sobre la capital hispalense. 

Una serie que arrancó en 2022 de la mano de artistas de la talla de Jacobo Pérez-Enciso, Roberto Sánchez Terreros, Alfredo González o Cristina Lama. Ahora continúa con una segunda publicación compuesta por once libros. Pepe Yáñez, Shelley Himmelstein, Juan Torres, Michel Moro, Chon Cespedosa, Antonio Madrigal, Rafael Leonardo Setién, Francis Marchena, Juan Manuel Fontenla y Juan Gómez Macías  son los artistas que dan forma a la ciudad a través de sus estilos y técnicas pictóricas. Las tradiciones, el urbanismo, la cultura, la historia, la arquitectura e incluso los misterios y leyendas de Sevilla encuentran su razón de ser en Libros de Artista. La dirección corre a cargo del editor sevillano Pedro Tabernero y Grupo Pandora. 

"Este proyecto editorial nos trae de nuevo sorprendentes visiones de la luminosa ciudad andaluza", expresa Tabernero y pone en valor que "si algo tiene de sobra Sevilla son requiebros, cantares, versos, prosas poéticas, hermosas palabras que les han dedicado a lo largo de su historia viajeros románticos y poetas". Sin embargo, en "estos libros sin palabras", Tabernero –y, por supuesto, los artistas elegidos– buscan que las imágenes sean "las que hablen de esta milenaria ciudad a la que Cervantes llamó Roma triunfante en ánimo y nobleza".  

Desde el Monumento a la tolerancia de Eduardo Chillida hasta la Feria de Abril, pasando por el Callejón del Agua e incluso por un cortejo de nazarenos durante la Semana de Pasión. En Libros de Artista, los dibujantes son libres para plasmar las calles, rincones y jardines. A cambio, Sevilla "desnuda su alma en silencio, sin palabras. Porque a veces, como ahora, las palabras sobran".