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"Para que te guste la salsa te tiene que gustar bailar, y en pareja"

Chus Gutiérrez. Directora de cine

La realizadora granadina estrena 'Ciudad delirio', una comedia romántica ambientada en Colombia que protagoniza Julián Villagrán.

Chus Gutiérrez vuelve a trabajar como directora y guionista en su última cinta, 'Ciudad delirio'.
Belén Rico / Granada

05 de septiembre 2014 - 05:00

-La productora colombiana 64 A Film quería hacer una película que no tuviera como eje la violencia del país. ¿Cómo surgió su vinculación con este proyecto?

-La idea parte de Colombia, del productor Diego Ramírez, pero es una producción 75% colombiana y 25% española. A mí me la ofreció Elena Martínez, que es la productora española, a principios de 2011. Así fue como comenzó todo.

-¿Se puede decir que es un trabajo de encargo?

-También participo como guionista y la verdad es que no entiendo un encargo sin involucrarte. Hacer una película es tanto tiempo de tu vida y tanto esfuerzo que no sé si puede ser sólo un encargo. Me he involucrado como en cualquier otra: he ido a Cali, he investigado, he escrito el guión. Aunque el inicio del proceso no partió de mí, al final eso da exactamente igual.

-¿Qué le pareció la premisa de eludir la violencia de Colombia?

-Diego es un gran productor colombiano. Es verdad que siempre ha hecho películas muy duras y me dijo que estaba un poco harto de la porno-violencia en la que estamos sumergidos y que quería hacer una cinta diferente. Yo pongo el ejemplo de lo que vivimos en España con la corrupción: imagínate que en los 10 próximos años sólo hiciésemos películas de corrupción, sería aburrido. Decidimos hablar del mundo de la salsa, las escuelas de baile y narrar una historia de amor.

-¿Conocía el mundo de la salsa antes de sumergirse en la documentación de esta película?

-Tuve un bar de salsa hace muchos años, tras descubrirla en Nueva York. En el 83, cuando llegué allí, había una explosión, era el boom de la salsa, que empezó a mediados de los 70. Allí fui a mis primeros conciertos de Rubén Blades o Celia Cruz. Por eso, antes de la película, la salsa para mí no era algo ajeno sino que formaba parte de mi vida y cultura musical.

-¿Cree que ahora en España tiene una connotación decadente?

-No, es muy curioso lo que pasa con la salsa porque es una música muy universal y tiene muchos fanáticos. Hay mucha gente que la ama, hay clubes en Alemania, en Japón -donde hay grandes campeones mundiales- y en España. Pero para que te guste la salsa te tiene que gustar bailar, y en pareja, porque es una música hecha para eso. Realmente la salsa tiene detrás un musicón impresionante y su historia está llena de temas y artistas increíbles como Héctor Lavoe, Grupo Niche, Rubén Blades, Celia Cruz... La lista es infinita.

-Julián Villagrán interpreta al protagonista, que es español. ¿Fue una propuesta suya?

-Íbamos a hacer una comedia romántica en coproducción: un protagonista sería de España y otro de Colombia. Es una historia de amor entre España y Colombia.

-La protagonista de la cinta es la colombiana Carolina Ramírez. ¿Conocía su trabajo?

-Sí, ya la conocía porque es muy, muy famosa en Colombia. Allí hacen una series muy largas y ella participaba en La hija del mariachi. Además, antes del rodaje fui a Cali y estuvimos ensayando.

-¿Había trabajado antes con Ingrid Rubio, el tercer vértice del triángulo protagonista?

-No, la conocía porque habíamos coincidido en varias pruebas.

-El personaje de Villagrán decide marcharse a Colombia porque atraviesa una crisis existencial.

-Sí, en la vida tenemos que tomar elecciones. Él es un médico, pero se ha dedicado a trabajar en investigaciones farmacéuticas y está aburrido, aunque gana mucho dinero y tiene un empleo digno. Su relación de pareja es un desastre y decide parar y tomar un tiempo para pensar qué quiere hacer. Llega a Cali, donde tiene una amiga, que es Ingrid Rubio, que trabaja como médico de atención primaria. Yo creo que es una crisis normal que nos puede llegar a todos.

-Vuelve a dirigir y a escribir el guión. ¿En qué trabajo se siente más cómoda?

-Dirigir me gusta mucho y me lo paso muy bien porque supone trabajar en equipo y con muchos elementos. Quizás la fase del guión es mucho más solitaria, más dura, más árida. Escribir un buen guión de cine es algo muy difícil: no tiene nada que ver con una novela porque tiene una serie de puntos que lo cambian todo.

-Julián Villagran ha declarado que el cine español atraviesa "un momento increíblemente bueno", una opinión contraria a la del resto de sus colegas. ¿Está de acuerdo con él?

-Creo que Julián es muy positivo y es genial que piense eso, pero desde luego no opino lo mismo. Yo no hablaría sólo de crisis en el cine, sino de la cultura en nuestro país. Es inaudito que tengamos un 21% de IVA para las entradas de conciertos, teatro y cine, algo que no pasa en ningún otro país de Europa, porque es una manera de complicar las cosas y entorpecer el acceso a la cultura. Pienso que en nuestro país nunca se ha planteado, desde el 82, cuando empezamos nuestra joven democracia, un trabajo profundo por la cultura pese a la importancia que tiene en nuestras vidas y en nuestra proyección como país.

-Una de las críticas más generalizadas al mundo del cine es que ha vivido demasiado de la subvención pública y tendría que rentabilizarse por sí mismo. ¿Qué opina de esta afirmación?

-Vivimos en un país en el que todo se subvenciona: las energías renovables, la agricultura... El mundo del cine no son cuatro actores y cinco directores que salen en la alfombra roja, es una fuerza de trabajo con empresas suministradoras de productos y muchos empleados. Es una parte más de la sociedad y tiene técnicos, empresas, laboratorios... Si decimos que no haya subvenciones para el cine, que tampoco haya para la agricultura y las energías renovables, porque el Estado se organiza así y estamos todos en el mismo juego.

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