Las grandes voces wagnerianas llegan al Maestranza para estrenar 'Sigfrido'

Lance Ryan encabeza el reparto de esta ópera, tercera entrega del 'Anillo', con la que el teatro que dirige Pedro Halffter escribirá el miércoles una página memorable en la historia de la representación lírica en Andalucía.

El soberbio elenco de 'Sigfrido', al que encarna Lance Ryan (el segundo comenzando por la derecha).
El soberbio elenco de 'Sigfrido', al que encarna Lance Ryan (el segundo comenzando por la derecha).
Charo Ramos / Sevilla

01 de diciembre 2012 - 05:00

Llega a Sevilla una de las creaciones más hermosas de Wagner cuya duración (5 horas con descansos) no debería disuadir a los amantes de la cultura. El nuevo festín operístico del Maestranza se llama Sigfrido y supone el debut en su escenario del tenor canadiense Lance Ryan, una de las voces más reclamadas del mundo en este repertorio. El de Ryan, sin embargo, no es el único nombre con mayúsculas en la producción de Sigfrido que, con dirección escénica de Carlus Padrissa (La Fura dels Baus), se estrena el miércoles. Porque la ocasión (tercera entrega de la tetralogía El Anillo del Nibelungo y misma coproducción: Palau valenciano y Maggio Musicale Fiorentino) reunirá en la capital andaluza a varios de los mejores cantantes "de la gran familia wagneriana", como la define el bajo-barítono americano Alan Held (que interpreta al Caminante). Es el caso de la soprano británica Catherine Foster, que debuta en Sevilla como Brunilda -"mi personaje sólo aparece en escena en el tercer acto, por lo que he podido acercarme a la obra desde la posición del público y abordar mi personaje desde otro punto de vista", declaró-; del carismático tenor Robert Brubaker (que encarnó a Doktor Faust en el estreno en España de la ópera de Busoni, una de las mayores apuestas de la era Halffter) o el bajo Kurt Rydl, toda una leyenda vienesa de la interpretación, cuyo repertorio se extiende de Mozart a Penderecki durante más de 35 años de carrera y cien personajes, entre ellos el dragón Fafner al que presta su voz aquí.

En plena espiral de recortes presupuestarios (verdadera sangría por parte del Ministerio de Cultura, que recorta en 2013 un 50% su apoyo a este teatro en agravio comparativo con el 33% que le quita al Real y el Liceo tras anunciar el mismo porcentaje para los tres), no está aún garantizado que el Maestranza y la Sinfónica de Sevilla puedan cerrar la tetralogía estrenando El ocaso de los dioses el próximo año, que coincide con el bicentenario del nacimiento de Wagner en Leipzig. El director musical Pedro Halffter -o "Pedro Sin Miedo", como le llamó Padrissa para honrar "su audacia y el que se plantee grandes retos en tiempos difíciles"- afirmó en ese sentido que "de momento lo único que sé es que esta tarde tengo ensayo a las cinco". Padrissa sí confía en poder mostrar el cuarto título del ciclo en Sevilla "porque esta coproducción no es cara y reutilizar la escenografía nos permite bajar costes. Toda la tetralogía le costó al Palau 3 millones, 750.000 euros por entrega, mientras que un solo título cuesta 3 millones en la ópera de Munich".

Halffter, al frente de la ROSS, considera el Sigfrido "como una pieza monumental porque aquí está el núcleo de la trama del Anillo". El director abundó también en el hecho de que, siendo pocas las capitales que representan Sigfrido esta temporada, el Maestranza pueda equipararse con los grandes templos líricos internacionales, como el Metropolitan de Nueva York, el Covent Garden de Londres, la Opera de París y las dos óperas de Berlín, que también la programan. "Pero la de Sevilla es de las producciones más bellas y visualmente más potentes del mundo", destacó Lance Ryan, que estrenó este montaje en 2008 en el Palau de les Arts dirigido por Zubin Mehta.

Para su director escénico, la tetralogía "es una obra infinita, aunque dependiendo de la agilidad del director sume 15 ó 16 horas de música", que La Fura concibió íntegramente y del tirón. Grúas, plataformas giratorias, grandes pantallas con videocreaciones de Fran Aleu, imágenes en 3D, acróbatas y un dragón articulado de 15 metros que se enfrentará al héroe, son algunos de los elementos que dinamizan esta historia mitológica atravesada por personajes y tramas secundarias cuyo seguimiento trata de facilitar Padrissa. Y lo hace, aclaró ayer a los medios, siguiendo las ideas de un texto "esencial" del escritor y crítico musical Ángel Fernando Mayo, entusiasta wagneriano que llegó a trabajar como tramoyista en el Festival de Bayreuth. "Según él, el Anillo podía entenderse de dos maneras: desde el punto de vista de la alteración de la naturaleza por parte del hombre -idea subrayada aquí por la aparición de Erda, a la que da voz la contralto Christa Mayer- y como una mirada a la confusión que sufre el hombre contemporáneo por efecto de los medios de comunicación". Esta segunda lectura la recalca Padrissa mostrando a un Sigfrido idealista y un tanto desorientado que busca su identidad a lo largo de una partitura rica en duetos asombrosos que ningún melómano debería dejar pasar de largo.

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