EN DIRECTO
JJOO de París 2024 | Judo: Primera medalla para España- Fran Garrigós logra el bronce

Del genio como anomalía

Siguen apareciendo inéditos del baúl de Pessoa; ahora Acantilado saca a la luz sus escritos sobre la naturaleza íntima de los poetas

Ignacio F. Garmendia

24 de julio 2013 - 08:57

Siguen apareciendo inéditos del famoso baúl de Pessoa, el arca de proporciones legendarias donde el poeta encerró a los protagonistas de su drama em gente. Admira la grafomanía del autor y conmueve su vida soterrada, el hecho de que sus contemporáneos conocieran sólo una mínima parte del formidable tesoro que aquel hombre oscuro -extraño extranjero, lo llamó su biógrafo- guardaba para sí, pero entre los inéditos que vamos conociendo o vayan a aparecer en el futuro -podría haber decenas de ellos, a juicio de los especialistas- será preciso distinguir los que tengan un valor, digamos, intrínseco, de aquellos otros cuyo contenido pueda ser aprovechado por quienes estudian sus concepciones ideológicas y literarias. De ese modo sabremos si el legado de Pessoa es realmente inagotable, como leemos cada vez que sale a la luz un nuevo hallazgo, o el adjetivo puede aplicarse sobre todo a los investigadores.

Editados y traducidos por Jerónimo Pizarro, responsable también de la edición portuguesa, los Escritos sobre genio y locura pertenecen sin duda a la primera categoría. Es verdad que el libro se compone de fragmentos más o menos esbozados o inconclusos, pero no es difícil espigar entre sus páginas ideas o sentencias luminosas -otras resultan un tanto inextricables- que hacen que su interés no se limite a los eruditos. Como señala el propio Pessoa, la relación entre la creatividad y el desarreglo es una cuestión antigua de la que ya trataron los griegos. A él le interesó desde muy joven y los apuntes aquí recogidos atestiguan una atención sostenida durante décadas, en las que volvió una y otra vez sobre un asunto que le obsesionaba: la anomalía como punto de partida para el desarrollo del genio, que linda con la locura pero se diferencia de ella por el ejercicio de la conciencia. Pessoa tiene presente a Nietzsche, desde luego, pero tampoco le son ajenos los debates de la psiquiatría moderna. Cabe conjeturar hasta qué punto sus excesos de dipsómano o su interés por el esoterismo se mezclaron con un cierto desequilibrio que -confirmando en parte su tesis- no le impidió llevar a cabo una labor verdaderamente titánica. En todo caso no existen poetas normales, dice Pessoa, para quien el arte sólo puede surgir de una singularidad alucinada.

No hay comentarios
Ver los Comentarios

También te puede interesar

Las ciudades y los libros

Túnez: un delicado equilibrio

Que la fiesta continúe | Crítica

En el amor y el compromiso

Lo último