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La furia se desata (el viernes)

Cuatro años ha tardado en estrenarse 'La furia de MacKenzie', delirante producción sevillana de serie B que homenajea al cine popular de los 80

Rubén 'Cucarasho' Hernández, presidiario a la fuga contra monstruos alienígenas en 'La furia de MacKenzie''.

30 de junio 2009 - 05:00

Este próximo viernes verá al fin la luz en una sala comercial de los Cines Alameda La furia de MacKenzie, sin par producción sevillana con la que Paco Campano, Félix Caña y José Luis Reinoso pretenden asestar un divertido golpe de mano veraniego al cine de serie B con un western de terror protagonizado por ex presidiarios a la fuga, una familia disfuncional, monstruos alienígenas, efectos especiales más que decentes, sangre y vísceras de mentira, paisajes de Carmona que simulan ser el desierto y las carreteras de Texas e ingentes dosis de creatividad, profesionalidad e ingenio para sacarle rendimiento a un presupuesto inicial de apenas 2.000 euros.

¿Quién dice que con poco dinero no se puede hacer el cine que nos gusta? Ese es el lema que mueve a Spaghetti Monsters, productora sevillana de donde ya saliera La matanza de Utrera, todo un homenaje al slasher a través de la parodia de uno de sus títulos de cabecera. El inquieto y polifacético Paco Campano, que codirige, actúa y edita, además de modelar a los monstruos de poliuretano o hacer bocatas de salchichas para el equipo, nos lo cuenta con indisimulado orgullo: "Queremos renovar el interés del público por el cine que tanta ilusión nos creó en nuestra infancia y que tanta nostalgia nos despierta hoy, ya que parece que aquellas producciones se fueron para no volver".

Si el plan inicial era rodar la película en tres fines de semana, La furia de MacKenzie tuvo finalmente ocupado a su generoso equipo más de tres meses, tiempo suficiente para que, entre idas y venidas a Carmona y parones por inclemencias del tiempo, algunos "se dejaran a las novias por el camino". Con un casting de amigos y conocidos encabezado por Rubén Hernández, Mercedes Almarcha, Sergio Ruiz, Javier Gallego, Pablo Baena, Antonio Dechent y el propio Campano, que se reserva el papel más goloso de la función (una suerte de Michael J. Fox con frenillo y gorra calada con la visera hacia atrás), la película encierra homenajes más o menos explícitos a títulos míticos del cine popular de los ochenta como Los Goonies, Critters o Gremlins, además de las evidentes referencias genéricas al western, el cine talega (de presidio: no faltan jugosas escenas de desnudos masculinos en la ducha) y al estilo visual de algunos de sus realizadores de cabecera como Carpenter, Raimi o Zombie. Los directores retan incluso al público culto incluyendo algunos guiños a títulos serios como Chinatown o 2001, Una Odisea del espacio.

Entusiasmado con el material, Gervasio Iglesias (de la productora LZ) alentó a Campano, Cañas y Reinoso a trabajar a fondo en las fases de montaje y postproducción: el diseño y la creación de los monstruos, los numerosos efectos especiales ("aprendimos a hacerlos sobre la marcha", comentan sus creadores), el complejo trabajo de sonido (a cargo de Nacho Román), la música y las canciones (en la que participan varios grupos indies sevillanos, emulando sonidos fronterizos y sureños norteamericanos) hacen de La furia de MacKenzie un producto de serie B con un excelente acabado que no desmerece de otras producciones más serias del género en lo que a la calidad técnica y lenguaje visual se refiere.

Lista desde comienzos de 2005, el periplo de La furia de Mackenzie ha sido largo, lento y asendereado. Presentada en Sevilla entre amigos incondicionales en varias ocasiones, la película ha viajado también a algunos festivales especializados como San Sebastián, Peñíscola, Málaga o Estepona, evento singular éste donde la cinta consiguió el dudoso (e injusto) honor de ser la única sin premio o mención de todas las que concursaban. Paul Naschy y Juan Manuel de Prada presidían aquel jurado cegato. Por el contrario, Campano recuerda con entusiasmo como en la prestigiosa Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián todo el equipo (disfrazado) recibió el caluroso aplauso y el cariño de un público entusiasta que, además de pedir a gritos subtítulos en castellano para algunos diálogos, situó con sus votos a La furia de Mackenzie en la mitad de la lista de los mejores filmes del festival, todo un honor teniendo en cuenta que competía con cintas norteamericanas y europeas de gran presupuesto y de directores consagrados.

Para todos aquellos que quieran conocer más detalles de la producción y la película antes de su estreno de este viernes en el cine Alameda, la web www.lafuriademackenzie.com viene bien surtida de anécdotas, juegos, foros, descargas y merchandising.

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