Los ‘Íntimos de Triana’ vuelven con el mejor cante jondo

Recuperando el espíritu de aquellos cuartos de cabales donde artistas y aficionados se reunían a disfrutar del cante de manera cercana e improvisada, vuelven a Flamenquería (Calle Castilla, 94) los Íntimos de Triana, un ciclo impulsado por el productor y gestor cultural Carlos Reverte Rufo que reúne desde el 12 de enero al 24 de mayo una decena de recitales, dos viernes al mes, con las mejores voces del cante jondo actual.

Así, tras la excelente acogida de sus dos ediciones anteriores celebradas en 2020 y 2022 y donde se agotaron las entradas de prácticamente todos los conciertos, esta singular iniciativa regresa a este acogedor espacio a orillas del Guadalquivir con la intención de mostrar la excelencia y la variedad del cante flamenco, en su versión más cruda, sin sonidos amplificados, florituras ni los discursos habituales a los que obligan los grandes escenarios. En este sentido, como mantiene Rufo al otro lado del teléfono, lo mágico del formato es que, "aunque los artistas tienen que hacer un esfuerzo, les permite expresarse de manera muy especial".

De esta forma, el público puede disfrutar en absoluta intimidad de artistas de primera categoría que abarcan todas las edades y estilos, recogiendo distintas escuelas, territorios y personalidades porque, como defiende su director, "hemos querido mantener una programación equilibrada para todos los gustos en la que lo que prima es la calidad".

En esta edición, por tanto, pasarán por el escenario trianero desde la gran Lole Montoya, voz clave de la historia del flamenco reciente, que abrirá el ciclo junto a la guitarra de Joselito Acedo el 12 de enero, hasta el benjamín del flamenco, Manuel Monje, una joven promesa de tan sólo doce años, que cierra el 24 de mayo con El Chanquita y Fernando del Morao. Además, estos Íntimos de Triana contarán con maestros de la veteranía de El Pele (9 de febrero), acompañado de Niño Seve, y una de las figuras más reclamadas en los escenarios internacionales y cantaores consagrados como el lebrijano José Valencia (26 de enero), escoltado por la guitarra cómplice de Juan Requena.

El 23 de febrero les seguirán Manuel Moreno El Barullo, un "artista de culto que se prodiga poco y que a la afición nos encanta ver", como apunta el también mánager de Israel Fernández, acompañado además por una de las guitarras más poderosas del flamenco actual, la de Diego del Morao. Otra cantaora, quizás más desconocida por el gran público, pero muy del gusto de la afición es La Kaíta que estará el 8 de marzo con Juan Vargas al toque.

El algecireño Perico El Pañero, cantaor de gran personalidad, ofrecerá su recital el 15 de marzo con la guitarra de Manuel Jero y Miguel Lavi, más asociado al cante de atrás y que sin embargo posee de una de las voces más interesantes y personales, estará el 5 de abril con el jerezano Manuel Parrilla al toque.

El eco aterciopelado de la joven jerezana Lela Soto deleitará a los espectadores el 26 de abril con el guitarrista José del Tomate, hijo del gran Tomatito y una de las sonantas con más proyección. Y el quejío seco y primitivo de Paqui Ríos, con la guitarra de José de Pura, llenará de arte el tablao de Flamenquería el 10 de mayo en un concierto que contará como colaboración especial con uno de los artistas festeros más reclamados del momento: Remache de Málaga.

En realidad, explica Rufo a este diario, se trata de "dar al cante jondo el sitio que se merece" y devolver a Triana, cuna del arte flamenco y punto de encuentro entre las nuevas generaciones, una programación estable a la altura de la afición más exigente y capaz de atraer a cualquier tipo de público. De hecho, su impulsor se niega a pensar, como algunos argumentan, que el cante esté herido de muerte. Al contrario, por sus experiencias como promotor de Dolores Agujetas, Inés Bacán, Juana la del Pipa o el propio Israel Fernández, "con quien llevamos al escenario cantes de los años 20 y 30 de la ópera flamenca", defiende "que este tipo de cante llega y conmueve a todo el mundo, a los modernos, a los roqueros, a los hippies, a la gente joven… sólo tenemos que darle más visibilidad. Ésa es nuestra lucha", apunta.

De ahí que, a pesar de "las dificultades que conlleva un proyecto de este tipo", regrese "con todas las ganas y la ilusión del mundo" para sacar adelante de manera privada el ciclo "por darme el gusto y por amor al flamenco", sostiene.

Los recitales tendrán lugar los viernes a las 22:30 y cuentan con un aforo de 90 personas. Las entradas pueden adquirirse a través de entradium.com o por los canales habituales de Flamenquería Sevilla.