La Film Symphony Orchestra y el hilo invisible que une ‘Gravity’ con ‘La Sirenita’
Los 70 intérpretes vuelven a Fibes el domingo 23 de marzo con el espectáculo 'Tarab'
La Film Symphony Orchestra en Sevilla vuelve el 23 de marzo a Fibes

¿Qué tienen en común Gravity, Frozen, Oppenheimer y El halcón del mar? Podría parecer que nada, pero la Film Symphony Orchestra demuestra todo lo contrario con su espectáculo Tarab. Una cita que ya pasó por la ciudad el pasado noviembre y regresa el próximo domingo, 23 de marzo, al Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes). Según explica el director de la formación, Constantino Martínez-Orts, los 70 músicos que se suben al escenario persiguen con un completo repertorio la filosofía de “acercar la música sinfónica al gran público utilizando el cine como hilo conductor”.
No es el único desafío. Que el espectador sea capaz de sentir lo que se conoce como tarab es otro de los grandes retos. “Con esta palabra, la cultura árabe designa ese momento de éxtasis emocional al que llega el ser humano justo cuando escucha música. Esos pelos de punta y ese corazón que palpita con fuerza”, recalca el director. Un concepto cuyo origen reside en países como Egipto, Siria, Palestina y Líbano, que se ha recuperado para dar nombre a este nuevo espectáculo.
Un concierto que hace un repaso por los grandes clásicos del séptimo arte y los combina –sirviéndose de una envidiable soltura– con las bandas sonoras de largometrajes más actuales. De este modo, el espectador viaja por clásicos como La Sirenita (Alan Menken, 1990), La lista de Schindler (John Williams, 1994) y Leyendas de Pasión (James Horner, 1995) y largometrajes de la talla de Dune (Hans Zimmer, 2022) y Oppenheimer (Ludwig Göransson, 2024).
Las maravillosas partituras se combinan con anécdotas y curiosidades sobre su composición. “Intentamos tocar ese universo sonoro que es la historia del cine, tratando de recrear las partituras que llevamos todos detrás”, apunta el Martínez-Orts y pone en valor que Tarab “no tiene nada que ver con las últimas giras”. Entre otros motivos, porque los títulos elegidos tienen de especial “que prácticamente son todos recientes”, y que, además, “es absolutamente ecléctico y para todos los públicos”. La actualidad del repertorio también es palpable en el mayor empleo de guitarras eléctricas, música electrónica y otro tipo de arreglos más acordes a un dj que a una orquesta tradicional. De hecho, consideran que han “desencorsetado la sinfónica” haciendo uso, por ejemplo, un vestuario futurista.
La iluminación no interpreta un papel menor, gracias a ella el espectador podrá “ver el Tiburón sobre el escenario” al mismo tiempo que suenan las notas de John Williams. “Queremos mostrar al público lo que sonaba durante esa secuencia tan sangrienta de Troya en la que los griegos invaden la playa. Explicar por qué se necesitaba transmitir una emoción determinada en ese momento”, apostilla Martínez-Orts.
Los músicos no solo tratan de meter al espectador en las entrañas de una secuencia para que la sientan y la vivan, como ya hicieron en Henko, Krypton y Dracul por citar algunos espectáculos. Martínez-Ort defiende que la música de cine “no es ninguna hermana menor” aunque “haya sido un género, a veces, denostado”. De hecho, valora que este tipo de propuestas “tiene espacio en las salas de conciertos”.
Y lo hacen a través de bandas sonoras que “pertenecen a momentos históricos muy dispares”. Por ejemplo, “la composición que hacemos de la saga Star Wars pertenece a una película de 2019 y luego nos vamos a El halcón del mar que es de 1940. Intentamos tocar ese universo sonoro que es la historia del cine, tratando de recrear las partituras que llevamos todos detrás”, apunta el músico y destaca que, este espectáculo “no tiene nada que ver con las últimas giras”. Entre otros motivos, porque los títulos elegidos tienen de especial “que prácticamente son todos recientes”. Además, el concierto de Tarab “es absolutamente ecléctico y para todos los públicos”.
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