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Manuel Jesús El Cid, quien sufrió un fuerte golpe en la espinilla y un varetazo en la axila durante la voltereta que le propinó el último toro de la corrida, se dirigió directamente al hospital al finalizar el encierro para examinarse de los fuertes golpes que le asestó el astado Mochudo. Tras el examen, quedó descartada cualquier rotura y todo quedó en el susto, sobre todo por el golpe que el astado propinó al torero en la axila, "un arañazo en un sitio que podía haber sido muy feo, pero que quedó en ese fuerte varetazo", explicó a este periódico Santiago Ellauri, apoderado de El Cid.
Los toros de Victorino Martín dieron al traste con la expectación que se había creado con esta corrida, como admite Ellauri: "Era una tarde especial, pero al final ha sido una decepción, los toros no han colaborado. Supongo que Victorino también estará fastidiado por lo que ha salido".
En su segundo toro, el de Salteras se mostró muy por encima de su adversario, poniéndolo todo de su parte para el triunfo: "Manuel ha estado muy bien y muy dispuesto con los toros. En el segundo ha expuesto una barbaridad". El apoderado de El Cid resaltaba la labor del saltereño en este toro, una faena que pasó un tanto desapercibida en los tendidos: "El público quizás ha estado un poco frío por cómo se estaba desarrollando la tarde y no se ha dado cuenta de la importante faena que ha hecho el torero".
Por su parte, Manuel Jesús hablaba en los micrófonos de Digital Plus tras recibir la voltereta en el sexto bis: "Me ha dado por todos lados. Ha sido el peor de toda la corrida". El Cid declaró que con la faena del segundo se sentía "muy satisfecho interiormente. Estoy contento porque le he sacado al toro lo poco que tenía dentro y la gente me lo ha sabido reconocer".
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