La evolución humana en entredicho

Vértebro Teatro. Autor y dirección: Juan Diego Calzada. Intérpretes: Nazario Díaz y Natalia Jiménez. Espacio escénico: Ángela López. Iluminación: Eduardo Moyano y Ángela López. Vestuario: Juan Diego Calzada. Lugar: Centro TNT. Fecha: Sábado, 8 de diciembre de 2012. Aforo: Media entrada.

Frente a un teatro imperante que necesariamente tiene que buscar al público para poder subsistir ofreciéndole productos que no lo incomoden, el teatro de este grupo cordobés, con Juan Diego Calzada a la cabeza como autor de sus obras y director, realiza el camino contrario.

Situado en lo que se conoce como teatro contemporáneo, teatro que tiene a la experimentación como base de sus propuestas, Juan Diego Calzada ya sorprendió con su anterior obra marcada por un fuerte componente íntimo y sexual, un monólogo interpretado por él mismo. Ahora, dos años después de aquella obra que le hizo entrar en el terreno del malditismo (teatros y administraciones públicas que no se atrevían a programarlo y lo censuraron descaradamente) vuelve con un espectáculo en el que se ha reservado la dirección y la autoría dejando la interpretación en manos de Nazario Díaz y Natalia Jiménez, que sorprenden gratamente en esta díficil puesta en escena en la que a los actores se les exige una entrega física total y un ofrecimiento íntimo propio del estilo de Calzada.

Oro, Petróleo, Escarcha más que una obra de teatro es un ensayo filosófico que plantea la idoneidad de la humanidad para seguir dirigiendo el mundo. Dividido en las tres partes que se plasman en el título, la obra hace un recorrido de la evolución con aires de ciencia ficción pero plasmando la inutilidad de la palabra, sugiriendo una involución hacia nuestra génesis, el mono, y una solución, aún más drástica, la destrucción total.

A la desbordante interpretación de sus actores se le suman un buen trabajo de sonido y audiovisuales. En su contra tiene la excesiva duración, que alarga innecesariamente las escenas provocando un peligroso distanciamiento.