Estévez y Paños llevan su arte “sin trampa ni cartón” al Teatro Flamenco

Presentan el domingo un ‘Retablo Experimental’ en el que vuelven a unir tradición y vanguardia.

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Una escena de ‘Retablo Experimental sobre el Baile Flamenco’, de Estévez/Paños.
Una escena de ‘Retablo Experimental sobre el Baile Flamenco’, de Estévez/Paños. / Beatrix Mólnar

La trayectoria de Rafael Estévez y Valeriano Paños, avalada por reconocimientos como el Premio Nacional de Danza obtenido en 2019, siempre se ha caracterizado por la admiración hacia el legado de los maestros y una sensibilidad contemporánea, una investigación rigurosa que al mismo tiempo funcionaba como una puerta abierta a la audacia. Esa búsqueda, que ha originado aplaudidos espectáculos como Romances o La confluencia y que los coreógrafos consideran “santo y seña de la compañía”, atraviesa ahora su última propuesta, Retablo Experimental sobre el Baile Flamenco, que se presenta este domingo a las 21:30 en Sevilla, en el Teatro Flamenco.  

Aquí, los creadores reúnen “coreografías que en apariencia no tienen que ver entre ellas, pero que encuentran en el flamenco clásico la inspiración y que cabalgan entre la reconstrucción y la fantasía, entre la tradición y la vanguardia”, explica Estévez a este periódico. El Retablo se mueve, de nuevo, entre el homenaje y la reinvención: Alberto Sellés, Jorge Morera, Manuel Montes y el dúo de directores reinterpretan en escena “gestos y braceos” de grandes referentes, “artistas que forman parte de nuestro imaginario, que nos inspiran. El lenguaje es nuestro, pero en esta obra hay fragmentos de alegrías de Juan Sánchez, El Estampío, algunos pasos de Juana Vargas, La Macarrona, o una estética propia de Nijinsky en las manos”, prosigue Estévez.

El carácter experimental del que presume este Retablo ya desde el título se aprecia en la puesta en escena, en la que “somos cinco bailarines sin más acompañamiento que nuestros propios cuerpos, nuestra propia presencia”, cuentan los autores de este montaje. “Alberto Sellés hace un solo cantando y bailando, y en otro momento me canta a mí”, precisa Estévez. “No tenemos un técnico de iluminación exterior, nos asistimos los unos a los otros, y para la música nos apoyamos en pequeños instrumentos de percusión. En nuestra opinión es uno de los atractivos de la pieza: esa crudeza del silencio que se respira en algunos momentos, la sensación de que lo que se ve es lo que se ve, y lo que se escucha es lo que se escucha. Que no hay trampa ni cartón en lo que hacemos”.

Estevez, que participa con su testimonio y una hermosa actuación en la película Fandango, de Remedios Malvárez y Arturo Andújar, destaca la idoneidad de un escenario íntimo como el Teatro Flamenco para presentar este Retablo, que antes ha pasado por el Museo Picasso de Barcelona, en versión reducida, y por el Festival Flamenco de Albuquerque, en EE UU. “Actuar en Sevilla es una forma bonita de cerrar el año, antes de ponernos en enero con otros compromisos”, comenta el onubense. 

En 2025, a Estévez y Paños les espera el Teatro Real, donde colaboran con el director sevillano Rafael R. Villalobos en las funciones que recuperan La vida breve de Falla y estrenan Tejas Verdes, ópera de Jesús Torres que parte del Cancionero y romancero de ausencias de Miguel Hernández. Además, los artistas trabajan ya en la próxima producción de la compañía, Doncellas (Juerga permanente), que definen como una “fantasía escénica con música de Ramón Montoya” y que ahondará en las claves que han defendido Estévez y Paños en sus dos décadas de alianza: riesgo, emoción, belleza. 

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