Una espada de Damocles sobre el decano de los cines de Sevilla
El más antiguo de los teatros de la ciudad es, paradójicamente, el más precariamente protegido debido a una sentencia del Supremo.
Sin caer en tentaciones apocalípticas se puede afirmar que la mayoría de los teatro y cines históricos de Sevilla tienen garantizada actualmente su supervivencia como edificios, aunque es cierto que ya casi ninguno de ellos siguen cumpliendo su antigua función.
Paradójicamente, es el decano de los cines de Sevilla, el decimonónico teatro Cervantes, en la calle Amor de Dios, el establecimiento sobre el que se ciernen las nubes de una posible desaparición o modificación sustancial, una vez que el Ayuntamiento le ha retirado la calificación de Suelo de Interés Público y Social (SIPS) en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo que culminaba el largo recorrido judicial iniciado cuando la familia Hernández, propietaria del inmueble, alegó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006.
Los cambios en el consumo cultural de las últimas décadas (primero la irrupción de los multicines y después el vídeo, el DVD e internet) hicieron que los hermosos y viejos cines del centro de la ciudad tuviesen que reconvertirse para acoger a otros negocios y esquivar así el fantasma de la desaparición, como le pasó en los años setenta del pasado siglo al histórico Teatro San Fernando, donde hoy se sitúa los grandes almacenes de ropa C&A, en la calle Tetuán. Así, el mítico Cine Llorens es actualmente un salón de juegos de azar cuyo exterior un tanto estridente no hace sospechar que en su interior aún perviven las hermosas yeserías y los paños de azulejos del que fuese uno de los cines preferidos de los sevillanos de antaño. También el antiguo Palacio Central ha conseguido permanecer gracias a vender su alma al comercio. El antiguo Apolo y el Imperial siguen sin uso después de que la Real Orquesta Sinfónica y la librería Beta, respectivamente, abandonasen sus instalaciones.
Este conjunto de espacios culturales señeros de la ciudad se vio gravemente amenazado cuando el Ayuntamiento, tras la sentencia del Supremo antes referida que retiraba la protección SIPS al Cervantes, el Alameda y el Avenida, decidió hacerla extensiva a todos los antiguos cines y teatros, que, por tanto, perdían también la figura protectora. Sin embargo, y para alivio de los colectivos culturales y de protección del patrimonio histórico, el pasado mes de mayo, un informe del Servicio de Planeamiento de la Gerencia de Urbanismo apostó por mantener la calificación SIPS para los antiguos cines y teatros Apolo, Sala X, Pathé, Llorens y Álvarez Quintero.
La retirada de la calificación SIPS no significa que el cine Cervantes quede completamente desprotegido, ya que el inmueble se incluye en el Plan Especial San Andrés-San Martín, aunque la ficha que se realizó sobre el espacio, según los especialistas, es más que deficiente, lo que abre las puertas a modificaciones sustanciales.
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